El inicio de temporada que está teniendo el Omega Pharma – Quick Step no está pasando desapercibido. La última parada de su dominio abrumador ha pasado por el Tour de Qatar, donde han conseguido un increíble doblete de la mano de Niki Terpstra y Tom Boonen. Además de ocupar los dos escalones del podium, sumaron tres victorias entre los dos, dejando claro qué equipo ha dominado sin paliativos la carrera. El tercer escalón del podio fue para Jurgen Roelandts (Lotto Belisol), que también confirma buenas sensaciones de cara a la temporada de piedras.

La primera etapa, en la que Terpstra cimentó gran parte de su triunfo, se resolvió tras una fuga en la que el ciclista holandés se impuso con comodidad a Michael Schär (BMC), Martin Elmiger (IAM) y Jurgen Roelandts (Lotto-Belisol). Terpstra se colocaba así a más de veinte segundos de un Boonen que iba a tener que emplearse al máximo para continuar con el idilio que mantiene con la carrera qatarí. Dicho y hecho, pues en la segunda etapa el ciclista belga se llevó la primera de las dos etapas que conquistó en tierras qataríes al superar en el sprint a un grupo de una decena de integrantes entre los que destacaba gente rápida como Morkov (Tinkoff Saxo) o el ya mencionado Roelandts.

La contrarreloj individual que daba lugar a la tercera etapa de la carrera sirvió para dos cosas. Lo más importante fue para confirmar a Michael Hepburn (Orica GreenEDGE) como una de las grandes promesas del ciclismo australiano en esta disciplina, pues el aussie se llevó el triunfo de etapa superando a potentes contrarrelojistas como Boom o Cancellara. La segunda fue para que Terpstra lograra ampliar su ventaja con Boonen en la general, dejando casi imposible las opciones de victoria del belga en una de sus carreras fetiche.

Aún así, Boonen, tenaz y perseverante, no se rindió. La victoria de etapa que logró en la cuarta etapa de las disputadas en Qatar retrotrajo al espectador a diez años atrás, cuando el belga dominaba los sprints de las grandes vueltas junto a McEwen, Zabel, Petacchi y Freire. Con una potencia espectacular, unos últimos metros impresionantes y ante uno de los mejores sprinters del mundo como es André Greipel, Boonen logró la mejor victoria de esta edición del Tour of Qatar, metiendo así un poco de miedo de cara a las clásicas de primavera.

Greipel quedó herido en su orgullo y al día siguiente lo dio todo por cobrarse su venganza, dejando también sin opciones de victoria a Boonen, pues el belga necesitaba las bonificaciones para recortarle tiempo a un Terpstra que se mantenía regular y sólido pese al viento y a la altísima velocidad que estaba marcando estas últimas etapas. El último día quedó para el lucimiento de un ciclista que cada vez menos promesa y más realidad como es Arnaud Démare, que consiguió su primera victoria del año y ya empieza a asustar a los grandes nombres de la velocidad.

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