Coincidiendo con el verano en el hemisferio sur mientras el norte sufre las inclemencias del verano, Australia Cycling ha conseguido aunar a principios de temporada sus tres grandes pruebas. El Herald Sun Tour, su prueba más antigua, el Tour Down Under, su prueba con mayor proyección internacional y de mayor categoría, y los Campeonatos Nacionales, que con el aliciente de alargar el periplo en tierras australes congrega a todos sus grandes ciclistas para luchar por el Green&Gold jersey. Y en ese tríptico el gran triunfador ha sido el equipo Orica – GreenEdge por segunda vez en sus tres años en el pelotón.

Empezaron el año siendo los grandes dominadores de los Nacionales Australianos añadiendo al triplete de Michael Hepburn, Luke Durbridge y Damien Howson en la contrarreloj, la prueba en ruta gracias a la victoria de Simon Gerrans por delante de Cadel Evans y Richie Porte. Tras ellos llegó el turno del Tour Down Under, y desde un primer momento el equipo aussie dejó claro que querían reinar en su propia tierra, hasta el punto que otra vez Simon Gerrans alzaba los brazos venciendo a André Greipel en el sprint inaugural de la carrera. A partir de aquel momento, como había ocurrido una semana antes, la carrera se convertiría en un mano a mano entre Gerrans y Evans con invitados de excepción como Ulissi, Porte o Haas, que se saldó con una nueva victoria del de Orica – GreenEdge, consiguiendo el doblete como había hecho en un 2012 que acabó siendo extraordinario.

photo: greenedgecycling.com

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Fue entonces cuando el grueso del pelotón abandonó el continente oceánico poniendo rumbo a partes iguales hacia Europa y Oriente Medio, pero una pequeña delegación decidió permanecer en Australia, en Melbourne, más concretamente para disputar el Herald Sun Tour. Cannondale y Garmin – Sharp fueron los únicos equipos que, junto a Orica – GreenEdge, decidieron alargar su estancia y disputar una carrera que durante los últimos años ha vivido varios vaivenes hasta situarse en el lugar ideal del calendario.

Allí otra vez Simon Gerrans se presentaba como el principal favorito, aunque Nathan Haas no iba a poner las cosas fáciles y empezaba imponiéndose en la primera etapa superando al sprint al estilete de Orica – GreenEdge en la disciplina, Matt Goss. Todo parecía encaminado a la decisión en Arthurs Seat en la última jornada, pero al día siguiente una fuga de tres hombres rematada por Simon Clarke lograba un minuto de ventaja que no tuvo que defender al anularse la última etapa, completando así el triplete del equipo aussie.

La temporada no ha hecho más que empezar, pero tras su buen hacer en casa, Orica – GreenEdge cuenta ya con ocho victorias -tras el nacional sudafricano contrarreloj de Impey y el parcial de Hepburn en Qatar- a las que añade su posición dominante en el Ranking WorldTour individual y por equipos. La temporada se dará como se tenga que dar, pero no cabe duda que el primer objetivo está más que cubierto, que no es poco.