Cerca de colgar la bicicleta y bajarse de los pedales el pasado verano, Sam Bennett (Wervik, Bélgica, 1990) ha visto como su carrera ha dado un giro de 180º, consiguiendo una plaza en la elite del ciclismo de la mano de la escuadra alemana Team NetApp – Endura. El sprinter irlandés nacido en Bélgica, que tiene como ídolo y referente a Robbie McEwen, está ante su ocasión soñada y por eso sabe que en esta temporada 2014 tendrá que dar el 110% y responder a la confianza mostrada por su actual equipo.

Pese a las dotes que ya mostró desde muy pequeño, no fue nada fácil su camino hasta llegar al profesionalismo. Sus inicios fueron aplastantes, ganando el campeonato de Irlanda en todas las categorías y demostrando además sus buenas maneras en la pista. No tardó la FDJ en fijarse en él y hacerle un contrato como stagiare en el 2010. Sam Bennett ya demostraba unas cualidades enormes, era algo más que un sprinter porque entonces ya era capaz de desenvolverse bien en la media montaña y rematar en grupos reducidos.

Los tres años posteriores y como no podía ser de otra forma, los pasó vistiendo los colores del An Post – Sean Kelly gracias a la confianza que Kurt Bogaerts depositó en él. La escuadra que trabaja con muchos jóvenes valores irlandeses, le dio la oportunidad de correr muchas carreras por toda Europa, especialmente en Bélgica. En su primer año venció el GP Stad Geel, mientras que en el segundo estuvo cerca de alzar los brazos en carreras de ya bastante renombre como Ronde van Noord – Holland o el Tour of Britain. 10º en los Campeonatos del Mundo y 7º en los de Europa, cerraba un año en el que su crecimiento había sido notable.

La pasada temporada era crucial para los intereses del joven corredor de Wervik. Debía demostrar que estaba capacitado para dar un salto más en su carrera. Las cosas no empezaron bien para el irlandés ya que tuvo que esperar hasta finales de mayo para ganar una carrera. Fueron dos etapas en la An Post Ras, poco premio para las expectativas que debía cumplir en 2013. Llegó Julio y con ello un largo parón que hizo meditar en casa a Sam Bennett sobre la posibilidad de colgar la bicicleta. Las ofertas para dar un salto más en su carrera no llegaban y la moral de corredor estaba decayendo de manera considerable.

Semanas más tarde se dio cuenta de que debía intentarlo con todas su fuerzas, el ciclismo era su vida y no podía cesar en el intento. Sam Bennett inició en verano un plan de entrenamiento para lo que restaba de temporada. Había que entrenar duro, agachar la cabeza y dar pedales como un loco para llegar en buena forma al Tour of Britain. El duro trabajo realizado tuvo sus frutos: dos segundos puestos al sprint por detrás de Gerald Ciolek y Mark Cavendish y una merecida recompensa en forma de victoria de etapa que levantó la mirada de muchos equipos.

Team NetApp – Endura, de la mano de Ralph Denk, le hizo viajar hasta Berlín para negociar las condiciones de su nuevo contrato de dos años con los germano – británicos. Con uno de sus sueños cumplidos y recobrada la ilusión por el ciclismo, a Sam Bennett le llega un momento importante en su carrera. Ahora deberá responder y devolver a base de trabajo la confianza que ha depositado su nuevo equipo en él, una nueva figura ha llegado al ciclismo profesional.

Sam Bennett