Agonía en resultados, en triunfos. Prácticamente Fran Ventoso ha olvidado el sabor de la victoria, un sabor que un velocista está acostumbrado a saborear durante la temporada. No es el caso del ciclista cántabro. Suma dieciséis meses sin ganar, desde el 24 de agosto de 2012 cuando se adjudicó la quinta y definitiva etapa del Tour du Poitu Charentes. Aquel día comenzó la racha negativa que condena al ciclista de Movistar Team.
Desde su paso a profesionales en 2004 -finalizó con dos victorias- tan solo la campaña de 2005 se cerró sin triunfo alguno. A partir de entonces, los triunfos se sucedieron en el palmarés de Fran Ventoso. Dos en 2006 -incluída etapa en Vuelta a España-, tres en 2007, dos en 2008, nueve en 2009, cinco en 2010, cinco en 2011 -incluído parcial en el Giro de Italia- y cuatro en 2012 -con el título nacional en línea y etapa en el Giro de Italia-, año en el que se rompió la racha.
A partir de entonces, desde ese 24 de agosto, la victoria es esquiva a Fran Ventoso. El triunfo le dio la espalda en un gris 2013, muy por debajo de sus años anteriores. Rozó la victoria en San Luis -tercero en la 7ª etapa- o en Almería -sexto- pero el resto de la temporada pasó muy desapercibido. Ni Italia, tierra prometida para Fran Ventoso, encontró su mejor nivel; en Tirreno – Adriático entró muy lejos, en la Milano – Sanremo destacó en el grupo perseguidor pero en el Giro de Italia -ganador de etapa las dos ediciones anteriores- no pudo completar el triplete sumando un sexto puesto en Nápoles como mejor resultado.
Esos dieciséis meses sin ganar se han convertido en casi una penitencia de Fran Ventoso, que suma días de trabajo para sus compañeros y otros tanto como líder de los azules. Más fino, un punto por encima que en 2013 son sus armas para romper la serie de malos resultados. El Tour de San Luis está viviendo la nueva cara del velocista cántabro que en la tercera etapa vio como solamente Giacomo Nizzolo se interpuso en el camino hacia el triunfo. Un sprint lanzado desde lejos donde Fran Ventoso tuvo que lidiar, como en la inmensa mayoría de ocasiones, en solitario ciñéndose a la rueda de los Omega Pharma – Quick Step y, tras superarles, encontrarse con un Gicaomo Nizzolo imparable en los últimos metros. Su segundo puesto muestra el camino a seguir para reencontrarse con la victoria.