El pasado lunes se colocaba líder del Tour de San Luís un ciclista que probablemente para muchos sea un desconocido. La carrera de Phillip Gaimon (Columbus, Ohio, EE.UU, 1986) no alberga grandes triunfos en Norteamérica, pero su talento y su raza en los pasados campeonatos nacionales de USA, enamoraron a un Jonathan Vaughters que le ha dado una oportunidad en el World Tour dentro de su estructura, Garmin – Sharp. Su director ya le colmaba de elogios el año pasado, mostrando en un tweet antes de los nacionales la admiración que tenía por el ciclista de Ohio.
El lunes, Argentina vio como Gaimon tocaba la gloria en la meta de Villa Mercedes, allí alzó su brazo derecho en señal de victoria dejando al descubierto un curioso tatuaje. El tatuaje del norteamericano define toda una carrera y una forma de correr llena de sacrificio para llegar al éxito. Phil Gaimon se inició en esto de la bicicleta tarde, ya que en 2004 decidió borrar su vida sedentaria en donde la comida y los videojuegos copaban su día a día para perder peso y montar en bicicleta. En 2005 y justo a tiempo para correr los nacionales sub-23 consiguió su licencia. Esos nacionales fueron a parar a manos de Ian McGregor, donde un tal Tyler Farrar fue 2º. Tan solo un año más tarde y con 20 años dio su paso a profesionales dentro del equipo estadounidense VMG Racing continental.
Gaimon ha desarrollado su carrera en los EE.UU, pasando por equipos importantes en su país como Jelly Belly Cycling Team, Kenda -5- Hour Energy Cycling Team o Bissell Cycling. En esos equipos cosechó varios resultados importantes como muestra su palmarés. Victorias de etapa San Dimas Stage Race, Cascade Cycling Classic, general y etapas en Redlands Cycling Classic o su meritorio 2º puesto en la general del Tour of the Gila el pasado año, donde se codeó con ciclistas de la talla de Philip Deignan, Francisco Mancebo o Janier Acevedo. Phil Gaimon demostró su talento.
Más allá de sus buenos resultados, uno de los grandes motivos por los que hoy día Phil Gaimon defiende los colores de Garmin – Sharp es su manera de ver el ciclismo. El bíceps de su brazo derecho nos mostró el tatuaje en forma de pastilla de jabón color verde, donde dentro se podía leer la palabra “Clean” (limpio). El estadounidense, al igual que por lo que se caracteriza el equipo de Vaughters, aboga por un ciclismo limpio.
Fuera del ciclismo, Phil Gaimon es diferente al resto de ciclistas. Cansado de las infracciones de los conductores mientras entrenaba en su bicicleta, decidió montar una web junto a su socio, Jon Ciaccio, de venta de maillots con mensajes de respeto al ciclista. Un tipo capaz de seguir al conductor de la infracción, para con educación, comentarle y tratar de explicarle que eso que hace no es lo adecuado. El único objetivo de la web es conseguir que con sus maillots se ponga cara al ciclista y se le respete más en la carretera. Sus proyectos van más allá, ya que Gaimon es un tipo realmente curioso al que le encanta escribir y que vende sus libros sobre cómo ser un ciclista de “serie b” en Estados Unidos.
También le define como personaje su gusto por las galletas (cookies), siendo capaz de realizar un ranking con las 10 mejores de EE.UU y colgarlo en su página web personal. De ahí que también se le conozca como The Cookie Monster.
Su último proyecto “loco” lo realizó después de finalizar su temporada 2013. Recibió un e-mail de su nuevo director, Vaughters, en el que le decía que este año correría una de las tres grandes vueltas. Gaimon terminó dándose cuenta de que lo le pedía su ahora director era simular lo que podría ser una GV corriendo lo que llamaron el Tour de Phil.
Sin coche de equipo, con una bolsa llena de herramientas y recambios, su novia a cuestas y tan solo un par de días de descanso, Phil Gaimon tenía que demostrar sus cualidades como corredor de fondo a Jonathan Vaughters. Al tercer día de carrera un coche le golpeó dañando su muñeca. Gaimon reconsideró parar unos días para recuperar, pero pensó que en una GV la carrera no para y que debía seguir. En la segunda semana montó incluso una etapa del Tour of Califonia pero a la inversa y cuando llegó al último día de carrera en Malibú ya no le quedaban casi fuerzas para realizar las 12 vueltas al circuito que montó para finalizar “su” Tour de Phil.
En una época en la que el mundo de la bicicleta vive salpicado por escándalos, Phil Gaimon, simpático y divertido, que a sí mismo se define como muestra su tatuaje, defiende los colores de un equipo que lucha por un ciclismo limpio. Una relación perfecta dentro de un mundillo en plena reestructuración y lucha. Metido de lleno en el Tour de San Luís y luciendo con orgullo un maillot de líder, Gaimon tiene por delante cuatro duras jornadas para ganar una carrera profesional. Cuatro jornadas en las que a base de galletas de chocolate, una de las dulces pasiones que tiene desde siempre, luchará con orgullo por dedicar la carrera a todos aquellos que aún creen en este deporte, por un ciclismo limpio.