No existe mejor plaza que la mejor prueba del calendario nacional para presentarse en sociedad. El Tour Down Under será el punto de partida, el debut con profesionales de Caleb Ewan (Sydney, 1994), el mayor talento australiano de los últimos tiempos. Una condición que a sus diecinueve años puede considerarse como algo prematura. No es su caso. Su rápido crecimiento y sus resultados hablan por sí solos. Pero, principalmente, no es por lo conseguido, si no por lo que puede conseguir en un futuro.

Digamos que mantiene, a día de hoy, un perfil muy parecido a Peter Sagan. Caleb Ewan destaca por una potente punta de velocidad, una faceta ganada en su formación en la pista, como no podía ser de otra manera tratándose de un joven australiano cuidado desde Australian Cycling. Caleb Ewan es velocidad, es potencia. La musculatura de su tren inferior, muy desarrollado respecto a otros corredores, deja patente de su poder. La rapidez es su mejor arma, una virtud que compagina con una cierta facilidad para superar la media montaña, dos peculiaridades que unidas le convierten en un arma casi letal.

Dejando de rueda a Steele Von Hoff, una muestra de su potencia. (c) Tim Moreillon

Dejando de rueda a Steele Von Hoff, una muestra de su potencia. (c) Tim Moreillon

Así lo demostró en su primera campaña como sub23. Nueve triunfos contemplaron su palmarés durante 2013, siete de ellos en Europa. Porque fue allí, en el Viejo Continente, es donde comenzó a fraguarse su camino hacia la élite. Caleb Ewan comenzó ganando una de las pruebas más prestigiosas del calendario italiano, el Palio del Recioto, para después imponerse en la Côte Picarde de la Copa de las Naciones. Dos triunfos que engordaron con la llegada de las principales vueltas por etapas.

En la Thüringen – Rundfahrt se llevó dos etapas, las mismas que en el Tour del Porvenir mientras que en el Tour de Alsacia se anotó otra más. Un camino prácticamente perfecto antes de la llegada del Mundial de la Toscana. El trazado apuntaba a ser de una exigencia excesiva para sus condiciones, pero a la postre se definió con un terreno idóneo para Caleb Ewan. Al igual que en júniors, cuando Matej Mohoric le privó del arcobaleno, fue el noruego Sondre Holst Enger quien le arrebató el bronce en el sprint por la tercera plaza a la que optó tras no poder seguir la rueda de Matej Mohoric y Louis Meintjes, oro y plata en Florencia.

Su campaña no pasó desapercibida y las ofertas para saltar al profesionalismo se agolparon a su puerta. Finalmente optó por la sensatez. Caleb Ewan firmó con el equipo de casa, el Orica – GreenEDGE. Pero optó aún más en su sensatez tras decidir seguir como sub23 hasta agosto, momento en el que pasará como stagiaire al World Tour. “Decidí que quería quedarme en el equipo sub-23 en la primera mitad del año y así facilitar un poco más el paso a profesionales. Si hubiese pasado a profesionales en 2014, pudiera haber sido demasiado pronto hablando en términos de desarrollo. Orica – GreenEDGE me ha marcado un claro camino compuesto por varios pasos más pequeños en vez de dar uno grande”, confirmó el ciclista australiano, demostrando ser bastante maduro a sus 19 años.

Ese camino sigue marcado por la competición sub23, un calendario en el que Caleb Ewan ya ha asestado unos buenos golpes. Lo hizo en una etapa del Bay Cycling Classic y el doble título nacional, en critérium y en línea, donde no encontró rival. Su próxima parada será una competición que servirá para comprobar su potencial. El Santos Tour Down Under, en las filas del UniSA – Australia, será su debut con profesionales en una carrera donde además de llegar con una buena condición destaca por tener varios finales muy favorables para sus características. No sería descabellado verle levantar los brazos, pues en el criterium previo al Down Under, el People’s Choice Classic, hizo tercero tras Marcel Kittel y André Greipel. Atención a Caleb Ewan.