Tras la salida de Alberto Contador a finales de 2010, el conjunto kazajo había pasado las dos siguientes temporadas subsistiendo sin una clara referencia, y basándose casi unicamente en la combatividad e inspiración de los corredores para conseguir buenos resultados. Pero este invierno con la llegada de Vincenzo Nibali, volvieron a la formula que anteriormente habían utilizado con el pinteño, y por los resultados cosechados no se puede decir que el experimento haya salido mal.
Siempre que el siciliano se ha puesto un dorsal este año ha dado la cara en los grandes escenarios, y junto a él siempre ha tenido un equipo que ha estado a la altura de la magnifica temporada de su indiscutible líder. Victorias tan importantes como las generales del Giro de Italia, Tirreno Adriático, y la casi de la Vuelta a España, se han debido al excelso nivel del italiano en sus objetivos de la temporada, y a unos compañeros que han hecho que la única preocupación de Nibali haya sido rematar el trabajo que ellos realizaban previamente. Entre otros cabe destacar la grata sorpresa del estonio Tanel Kangert y a Jakob Fuglsang.
Esto también tiene su parte negativa. Y es que al estar tan volcados en unicamente un corredor, las oportunidades del resto para brillar son más reducidas. El número de victorias es un buen indicador de esto. Han pasado de veinticinco victorias, algunas tan importantes como Amstel y Lieja, a solo quince este año, que si quitamos las conseguidas por Nibali se quedan tan solo en nueve. No todo esto es debido a una Nibalidependencia, parte de culpa también la tienen unos Janez Brajkovic, Fredrik Kessiakoff, Enrico Gasparotto, o Andrea Guardini que no han estado al nivel que se esperaba de ellos.
El momento de Astana en 2013
La victoria en la general del Giro de Nibali evidentemente es el gran resultado del equipo esta temporada, pero debido a la espectacularidad del momento y el valor posterior que tendría después, nos quedamos con la etapa de Porto Sant’Elpidio de la Tirreno Adriático.
Se juntaron todos los factores para que fuese una jornada épica. Lluvia torrencial, rampas del 30% de desnivel, descensos peligrosos… y si a eso le unimos un Nibali con ganas de marcha tenemos uno de las mejores jornadas del año. El italiano lanzó su ataque en el descenso del duro repecho, aprovechando la debilidad del hasta entonces indiscutible lider, Chris Froome, y junto a Joaquim Rodríguez y Peter Sagan realizó los últimos kilómetros distanciando a un Froome fundido. Finalmente la etapa se la llevó Sagan al sprint, pero con la diferencia lograda sobre el británico no tuvo problemas para llevarse la general y convertirse así, en el único capaz de vencer a Froome en una carrera por etapas esta temporada.
Vincenzo Nibali, el mejor de Astana en 2013
Como ya os habréis imaginado no ha sido complicado decidir a quien le dedicamos este apartado. Seis victorias, todas ellas en territorio italiano y en pruebas de nivel. Además de la general de Tirreno Adriatico, hay que sumarle etapa y general del Giro del Trentino, mandando un aviso a Wiggins de cara a unas semanas después, y el gran triunfo de la temporada, el Giro de Italia con dos etapas y mostrando una superioridad aplastante frente a sus rivales, dejando a casi cinco minutos al segundo clasificado. La Vuelta a España parecía tener un guión similar, pero el gran final de Chris Horner acabó relegándolo al segundo lugar. Su único lunar de la temporada han sido las pruebas de un día, donde salvo en el Mundial (cuarto) no estuvo delante.
La nota de Astana: 8,5
Si tu líder consigue vencer en su gran objetivo de la temporada, y en el otro se queda cerca de ello, es que has hecho un gran trabajo. Todo ello arropado con un gran equipo y algunos corredores que por su cuenta han tenido sus pequeños destellos. Tanel Kangert se ha mostrado como un hombre a tener en cuenta en carreras por etapas (sexto en Suiza, y entre los quince primeros de Giro y Vuelta ayudando a Nibali), y Jakob Fuglsang por fin ha conseguido su ansiado Top10 en una gran vuelta terminando septimo el Tour. Como pasa con Nibali, el unico borrón de la temporada han sido las grandes clásicas, ya que a pesar del sexto lugar en Lieja, y quinto en Lombardía de Enrico Gasparotto, nunca tuvo opciones reales de ganar.