Con el arranque del BPost Bank Trofee, una de las tres grandes competiciones de la temporada de ciclocross, los más grandes también despiertan y entran en escena. Así lo ha entendido Sven Nys, quien a sus 37 años no da muestra alguna de estar dispuesto a dejar paso a las generaciones más jóvenes. El vigente campeón del mundo y corredor del Crelan – Euphony ha dominado el GP Mario de Clercq en Ronse, rodando en solitario una vez sobrepasado el ecuador de la carrera con una ventaja que nadie ha podido enjugar.

A lo especial de tratarse de la primera gran ocasión del año se sumaba el atractivo y la dureza de las pésimas condiciones meteorológicas; lluvia y viento que dificultaban el rodar y dejaron el circuito con un barro que dificultaba enormemente el avance en las rectas y hacía de la carrera prácticamente una cuestión de superviviencia a las caídas en las curvas y los tramos descendentes, abundantes en un circuito muy ondulado. Algunos, como el propio Nys o Martin Bína supieron sobreponerse a pequeños percances. Para otros, como Kevin Pauwels o Tom Meeusen, terminaron siendo demasiado determinantes.

A pesar de la dureza que recorrido y condiciones propiciaban, las dos primeras vueltas apenas sirvieron para abrir diferencias más allá de las provocadas por la caída de Kevin Pauwels en la bajada más pronunciada, precisamente cuando rodaba en cabeza. A pesar de no perder demasiados segundos en principio, el ciclista del Sunweb – Napoleon Games ya no se recuperaría y terminaría el día perdido en la clasificación y en el tiempo, lo que, pese a lo mucho que falta por disputar, complica desde ya sus opciones de estar delante en un BPost Bank Trofee en el que las pérdidas en meta cuentan como si de una general de una vuelta por etapas se tratase. Van der Haar, por su parte, estuvo hábil como para conseguir los 15 segundos de bonificación del sprint intermedio.

La tercera vuelta resultó algo más selectiva, además de provocar una pequeña caída de Nys al resbalar en una curva, que apenas pasaría de lo anecdótico. Al final de la misma quedaba conformado un sexteto en cabeza: además del propio Nys, reincorporado rápidamente, estaban Niels Albert y Philip Walsleben (BKCP – Powerplus), Klaas Vantornout (Sunweb – Napoleon Games), Lars van der Haar (Rabobank – Giant)y Thijs van Amerongen (AA Drink), a los que pronto se unirían Martin Bína (Kwadro – Stannah), y Tom Meeusen (Telenet – Fidea).

En una carrera que se iba a las siete vueltas, el ecuador de la misma resultó el inicio de los movimientos decisivos. El primero fue una aceleración de Niels Albert en un tramo ascendente, a la que inicialmente sólo pudieron responder Klaas Vantornout y Sven Nys. Después de una momentánea reagrupación, el de Baal encontró su momento. Sin respuesta pese a las tentativas de Vantornout primero y la más consistente de Albert después, Nys se marchaba, con su maillot arcoíris ya totalmente anegado por el barro que lo cubría todo.

El cronómetro marcaba apenas tres segundos de diferencia sobre Niels Albert al paso por la línea que señalaba dos vueltas para el final, pero las sensaciones y la velocidad dictaban que Nys lo tenía en sus piernas. Bína se unía a Albert en la persecución, aunque ya sin muchos visos de alcanzar el primer puesto. La última vuelta consolidaría los huecos a la vez que mostraba que el checo llegaba al final con algo más de gas que el belga del BKCP – Powerplus. Sven Nys, acostumbrado la temporada pasada a dominar duelos en la última vuelta gracias a su calidad, fondo y experiencia, demostraba seguir pudiendo ganar también yéndose en solitario desde lejos. Para él, además, 15 segundos de bonificación, que serían 10 y 5, respectivamente, en el caso de Bína y Albert. El gran derrotado, Kevin Pauwels, hundido a varios minutos.

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