Risueño, con la ilusión por bandera. Así se muestra Airán Fernández (Terrassa, 1988) ante su debut en las filas de la Vini Fantini-Selle Italia. La formación de Angelo Citracca y Luca Scinto se ha convertido en la oportunidad que ansiaba el escalador catalán. Una oportunidad que llegó mediante la mediación de Joaquim Rodríguez y Ángel Edo. “El fichaje como stagiaire fue bastante rápido, Joaquim y Ángel conocían a los managers del equipo y gracias a ellos acabé aquí”. La amistad que mantiene con la estrella de Katusha se convirtió en definitiva. “Es lo que tiene Purito. Es una gran persona, un gran amigo. Esa amistad acompañada de las victorias y los puestos que he realizado le han ayudado a hablar bien de mí”.

Una llamada que despejó una situación crítica para Airán Fernández. “El año pasado ya me pensé mucho continuar o no porque había hecho un buen año con los podium en la Copa de España, la victoria en Inguanzo y segundo en el Valenciaga; ver que ni si quiera había una mínima posibilidad de fichar por un equipo te hace replantearte mucho las cosas”. Momentos difíciles que vive la mayor parte de los corredores punteros de la categoría amateur. La crisis que asola el ciclismo nacional se cobra las carreras deportivas de prometedores corredores que, como el caso de Airán, destacaban pero no encontraban un hueco en el pelotón profesional. “Es hecho triste porque ves como los equipos españoles apuestan por gente de fuera antes que por nosotros, una situación injusta porque creo que estamos demostrando nivel”.

Una oportunidad en el horizonte

Todo cambió en el invierno pasado. “A finales de año Joaquim y Ángel contactaron con Luca Scinto siendo conocedores que a mitad de temporada podíamos pasar a prueba; ese aspecto me motivo a luchar otra vez y a conseguir buenos resultados”. Una circunstancia que se plasmó en la carretera. Tras ser segundo en 2012, Airán Fernández conquistó el Valenciaga, la prueba de mayor prestigio del calendario amateur. Además, concluyó segundo en la Copa de España después de una dura pugna con Fernando Grijalba.

La prueba de Eibar de la que se dice que una victoria asegura un paso a profesionales se ha convertido en, de momento, “la oportunidad de probar con profesionales, si salgo con un contrato de aquí será una realidad”. De lo contrario ya tiene tomada una determinación. “Si no salgo con un contrato seguramente cuelgue la bicicleta a final de temporada. Estoy aquí para darlo todo”.

El Valenciaga, una llave que abre el campo profesional. (c) Javi Colmenero

El Valenciaga, una llave que abre el campo profesional. (c) Javi Colmenero

El perfil de ciclista deseado

Airán Fernández posee una de las principales características que gusta a todo manager, la capacidad para rematar. Una faceta que une a la de un escalador. “Soy un corredor bastante ligero, peso 61kg cuando estoy en forma, eso me permite subir bien, hacer buenas escaladas. Al hacer también pista me dio un punch muy bueno para grupos reducidos. Ahí saco la explosividad que me ayuda a conseguir más victorias por esto que por ser escalador”

Una explosividad que consiguió gracias a la apuesta por la formación en pista, una vía que no se repite en muchos corredores en España tal y como se hace en otros países. Todo ello tiene un claro motivo. “Aquí en España no se valora mucho la pista. En los países anglosajones trabajan muy bien la pista desde chavales, tienen grandes escuelas de velódromo. Aquí no tenemos esa participación porque ni se da a conocer ni los equipos de ruta apuestan por ello. Es más difícil”.

Burgos marca el debut

La prueba burgalesa, la ronda de máximo nivel nacional después de cuatro que componen el circuito World Tour, vivirá su debut. Un estreno que llega después de una concentración en altura en el país de los Pirineos. “Pienso que tengo que llegar bien aunque lo cierto es que realmente no lo sé. He estado en Andorra con Joaquim Rodríguez concentrado en altura pero son cuatro semanas en las que no he competido”.

Esa falta de competición puede ser el mayor obstáculo para el catalán. “Además de que en profesionales se va más rápido estas cuatro semanas pueden pasar factura”. Este aspecto no será impedimento para alcanzar sus objetivos en Burgos. “Quiero hacerlo bien. Hacer lo que me pida el equipo y hacerlo de la mejor manera posible. Lo importante es que queden contentos con mi trabajo.”

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Burgos, debut con el maillot de la Vini Fantini-Selle Italia. (c) cobblesandhills.com

Además el recorrido con tres finales uphill y la exigente etapa de Neila se adaptan a sus características. “Me va muy bien. El final en el Castillo me gusta mucho. Joaquim también me ha hablado de la llegada y me gustaría hacerlo bien pero habrá mucho nerviosismo porque el comienzo es estrecho”.

El Castillo será la primera de las cinco oportunidades en Burgos. Después una semana de descanso para afrontar tres competiciones en Francia. “Primero haré el Tour du Limousin y después la Châteauroux Classic y el Tour du Poitou Charentes”. Tres citas más para demostrar que es merecedor de ganarse un hueco en el campo profesional la próxima temporada.