Se agotan los adjetivos para calificar al genio eslovaco. No es la primera vez que gana una etapa de montaña. La anterior ocasión, fue en 2011, también en esta carrera, aunque en aquella ocasión lo consiguió formando parte de una fuga, eso si, con gente del nivel de Laurens Ten Dam, Jakob Fuglsang o Andy Schleck. Hoy hemos asistido a uno de los episodios más sorprendentes de la fulgurante carrera de este corredor que puede llegar a ser mítico. Si ha coronado con la suficiencia que aparentaba el Hasliberg (11.9 km al 6.7%), no se sabe donde puede estar el techo de este chico de veintitrés años.
La etapa desde el principio ha sido movida. Tras un primer intento de fuga que no resulto ser el bueno, en el kilómetro setenta se juntaban dieciocho corredores en cabeza, muchos de ellos con nombres ilustres, sobre todo si pensamos en la primavera. Tom Boonen (Omega Pharma Quick Step), Philippe Gilbert (BMC), Johan Vansummeren (Garmin Sharp), Matti Breschel (Saxo Tinkoff) y Michael Albasini (Orica GreenEdge) eran de los más destacados. Pero el que más inquietaba al pelotón era Wilco Kelderman (Blanco), que solo se encontraba a 53 segundos del líder y era peligroso para la general.
La presencia del neerlandés obligó a equipos como Movistar, Astana, BMC o Saxo Tinkoff a trabajar detrás para que no se disparase la diferencia, lo que propició que se llegara a meta por debajo del tiempo previsto por la organización. El que no pudo completar la etapa fue Ryder Hesjedal (Garmin Sharp), que sufrió una caída y con una conmoción cerebral tuvo que ser traslado a un hospital. Mala suerte en lo que va de año para el canadiense.
Con tantos equipos trabajando, la fuga no tuvo demasiado margen y el integrante que más lejos llego, Albasini, fue atrapado en plena ascensión al gran puerto de la jornada. Un puerto que estuvo encabezado en un primer momento por Nicolas Roche (Saxo Tinkoff) y en su último tramo por Tejay van Garderen (BMC), trabajando claramente para su nuevo lider, Matthias Frank. El norteamericano fue el que hizo la gran selección reduciendo al grupo a una quincena de corredores, en donde destacaba la facilidad con la que Peter Sagan seguía el ritmo de los aspirantes a la general.
Esos quince hombres coronaron el puerto juntos, a diecinueve de meta, pero los primeros kilómetros de descenso resultaron ser decisivos. Carretera estrecha, mojada y con curvas siempre depara cosas interesantes y esta vez no fue una excepción. Sagan, Frank, Roman Kreuziger (Saxo Tinkoff) y Rui Costa (Movistar) abrían un hueco insalvable sobre el resto, mientras que Michele Scarponi (Lampre Merida) daba con sus huesos en el césped. Los cuatro de delante poco a poco fueron aumentando su ventaja los siguientes kilómetros en una carretera ya más ancha, y Sagan no tenía ningún problema en imponerse al sprint, mientras que Matthias Frank cumplía el sueño de vestirse de amarillo en la carrera de casa.
Clasificación etapa
Clasificación general