Si el otro día mencionábamos a Vacansoleil – DCM como una de las grandes decepciones de la temporada hasta la fecha, hoy nos toca hablar de un equipo que le va a la zaga: el RadioShack Leopard. Bien es cierto que es muy complicado calificar como decepcionante un año en el que un equipo logra ganar Paris Roubaix y De Ronde, pero en el caso del RadioShack los agravantes son muchos. Si quitáramos del equipo a Fabian Cancellara, el único que está logrando mantener el orgullo del equipo bien alto, el panorama que queda por delante es desolador.
Bruyneel y el dopaje
No empezó bien la temporada para el RadioShack. A finales de año estallaba el caso Armstrong, uno de los más dolorosos y turbios de todos los que han tenido lugar en la historia del ciclismo. El buen trabajo de la USADA y la posterior confesión del ciclista tejano se cobró una victima: Johan Bruyneel. El ex corredor belga era por aquel entonces manager de un equipo que tuvo que tomar, acertadamente, la decisión de prescindir de sus servicios (y contratar a Luca Guercilena). Si bien en la nota de prensa que anunciaba la destitución de Bruyneel se hablaba de que la decisión se tomaba para garantizar la estabilidad y la cohesión en el equipo, parece claro que tanto el cambio de manager a pocos días del inicio de la temporada como la polémica formada en torno a él, han sido un factor relevante para explicar el bajo rendimiento de los ciclistas del equipo con pasaporte luxemburgués.
Los hermanos Schleck: ¿otro año perdido?
Parece que sí. La temporada que ha firmado Andy Schleck hasta ahora no se puede calificar de otra manera que decepcionante. El supuesto líder del equipo para las grandes vueltas ni está ni se le espera en 2013 y aunque parece haber recuperado las sensaciones en las últimas carreras, especialmente en el Tour de California, está muy lejos de ser un candidato a tener en cuenta para el Tour de Francia. Es cierto que la lesión que sufrió en el Dauphiné del pasado año le ha dejado unas secuelas físicas de las que todavía no se ha recuperado, pero la situación parece agravarse en vista de que también parece haberle afectado mentalmente.
En el caso de su hermano Frank, el positivo que dio durante el pasado Tour de Francia le ha apartado un año de las carreras y su regreso está fijado para el mes de julio, por lo que es probable que le volvamos a tener en la Vuelta a España. ¿A qué nivel? A sus 33 años y viendo el nivel de su hermano y de su equipo no se puede ser muy optimista. Aunque todavía los hay que tenemos fe en la recuperación de ambos, esta temporada no parece que vaya a ser en la que vuelvan a ser los ciclistas de antaño.
La vieja guardia no carbura
El bloque de veteranos que años atrás consiguiera en numerosas ocasiones salvar la temporada del equipo, en este 2013 no están dando señales de vida. Hablamos de ese grupo de corredores que superan ampliamente la treintena de años compuesto por Andreas Kloden, Chris Horner y Haimar Zubeldia. La temporada de los tres ha estado muy por debajo de las expectativas y parece que la edad les empieza a pasar factura, lo cual supone un importante problema para el equipo. De momento Horner ya ha dicho que no estará en el Tour de Francia y que su objetivo es la Vuelta. Por su parte, Kloden en el Tour de Suiza, está lejos de dar buenas sensaciones y no llega bien a la prueba francesa mientras que Zubeldia no ha pasado del decimocuarto puesto en Dauphiné. La situación se torna preocupante habida cuenta de que los jóvenes no terminan de dar ese paso adelante.
Los “jóvenes”, ¿estancados?
Aquí no hablamos de corredores como Bob Jungels o Giacomo Nizzolo, que además de ser demasiado jóvenes como para exigirles algo, han cumplido notablemente con su papel en esta temporada. Hablamos de los ciclistas que están llamados a suceder a la vieja guardia mencionada con anterioridad. Ciclistas como Robert Kiserlovski, que ha conseguido un pobre decimoquinto puesto en el Giro, Tiago Machado, del que ya parece que no se puede esperar nada porque lleva dos temporadas para olvidar, Jan Bakelandts o Maxime Monfort, que no terminan de dar ese paso adelante que se espera en sus carreras y la paciencia que su equipo ha tenido con ellos debe estar empezando a agotarse. El único que más o menos parece continuar con su progresión de manera adecuada es Tony Gallopin, el hombre que parece más capacitado para salvar la papeleta del equipo en el Tour de Francia.
En definitiva, la temporada pinta muy difícil para el RadioShack Leopard, donde Fabian Cancellara y en menor medida Tony Gallopin parecen los únicos que están a un buen nivel. El resto de corredores están por debajo de lo esperado y en ciclismo una mala temporada puede acabar con un proyecto. Hay muchos corredores que deben mejorar su rendimiento para que no haya sorpresas en el futuro pero la buena noticia para ellos es que todavía queda mucha temporada para hacerlo.