Etapa casi calcada a la de ayer en su desarrollo y desenlace en el Dauphiné, con distinto vencedor, eso sí. Edvald Boasson Hagen se impuso en un sprint tan corto como extraño en Tarare, resuelto a base de potencia y colocación, en una etapa que no tuvo ninguna complicación para el todavía líder David Veilleux y el Europcar, que prácticamente no tuvo que desgastarse.

Una fuga matutina (nunca mejor dicho) de cuatro hombres -Flecha, Beppu, Rathe y Cordeel- sin más posibilidades que las de animar el transcurso de la etapa protagonizó el grueso de la jornada ante la complacencia de un pelotón dividido entre los que pensaban en ganar la etapa al sprint y los que piensan en hacer kilómetros de competición para ganar ritmo de cara el Tour. Esto es el Dauphiné, una prueba tan mediatizada por el Tour que casi se ha olvidado que siempre había sido una gran carrera por sí misma.

Lo más interesante de la jornada, la competición como tal, sucedió en los últimos quince kilómetros, consistentes en un subir y bajar al Col de los Salvajes, un tercera categoría que poco honor hace a su nombre: ascenso tendido y descenso muy recto siempre por una ancha carretera que convertía prácticamente en una quimera cualquier ataque para sorprender el pelotón.

Tras neutralizar a Cordeel, último superviviente de la fuga, Laurent Didier repitió el papel de telonero que ya había interpretado el día anterior rompiendo las hostilidades en el ascenso. Su débil ataque fue rápidamente contestado y superado por otro de mucha más entidad por parte de Bart de Clercq, calcando la acción de Taaramae camino de Oyonnax. El belga coronó y se lanzó en el descenso con el pelotón, comandado por Omega Pharma y Sky, pisándole los talones a apenas 10 segundos de distancia.

Edvald Boasson Hagen celebra su triunfo en Tarare. (Foto: AFP)

Luego se le unió Kwiatkowski, que como su compañero Chavanel ayer se adelantó al pelotón en su ímpetu por perseguir al fugado, pero los dos no se entendieron y todo quedó dispuesto para el sprint. Una llegada con los velocistas más puros -Viviani y Bouhanni- fuera de posición al no tener tiempo para remontar su posición en el pelotón en un descenso muy rápido. Eso lo aprovechó a la perfección Boasson Hagen, perfectamente lanzado por Geraint Thomas, haciendo valer su excelente colocación para batir a Michael Matthews y Gianni Meersman, incapaces de remontarle en un sprint cortísimo y cuesta abajo. No es el noruego un gran velocista, pero volvió a demostrar que en finales nerviosos y técnicos como éste se desenvuelve a la perfección.

Valverde y Contador, por su parte, entraron muy bien colocados a meta y ganaron posiciones en la general gracias a un puestómetro que mañana les permitirá salir de los últimos en la interesante, por indicativa, contrarreloj en el Parque de los Pájaros.