-Los favoritos-

Óscar Freire (Rabobank): el triple ganador del maillot arcobaleno busca igualar el mismo número de triunfos en la Classicissima, tres. Y para ello contará con una buena preparación (con 3 triunfos ya en este 2010) y su instinto para este tipo de carreras, donde cuando llega en forma tiene resultados sobresalientes. El año pasado tras caerse en California, perdió toda opción a prepararse con rigor para su otra carrera fetiche (la primera es el Mundial). En este 2010 llega en condiciones para poder optar en San Remo a su tercer Monumento del ciclismo. Y para ello contará en Rabobank con una de las piezas futuras y presentes fundamentales de la escuadra holandesa, Lars Boom, todo un fenómeno pendiente de explotar en grandes citas.

Thor Hushovd (Cervélo TT): El conjunto suizo podría haber partido con otro gran favorito, Heinrich Haussler, 2º el pasado año tras Mark Cavendish, pero unos problemas de rodilla que le obligaron a bajarse de la bicicleta en la París – Niza, le han descartado de la Classicissma con la intención de no hipotecar sus resultados dentro de unas semanas en las clásicas del norte, Flandes y Roubaix. Por tanto, el veterano corredor, 2 veces podium en la carrera (2005 y 2009) parte como la principal baza de Cervélo, cuyo resultado dependerá de la dureza de la carrera, ya que podría obtener un gran resultado en un sprint donde otros grandes velocistas hayan sido descartados antes del Poggio o éste les haya dejado las piernas en reserva.

Fran Ventoso (CarmioOro – NGC): El español parte como la principal baza de uno de los conjuntos locales. Sin duda, su punta de velocidad, y la del esloveno Jure Kocjan (2º este año en el GP Lugano), serán el posible catalizador de las opciones de un equipo que necesitará, para hacer una buena performance, una carrera seleccionada o que uno de estos corredores, sobre todo el español, se filtren en un corte que se pueda hacer en la parte final de carrera, y que éste tenga éxito. Difícil papeleta la del de Reinosa en la Classicissima, donde su mejor resultado data de 2005 (59º).

Allan Davis (Astana): Tras un 2º puesto en 2007 tras Óscar Freire y un 4º el pasado año, el australiano vuelve a tomarse como objetivo preferente la carrera que tiene lugar el tercer sábado de marzo. Sin duda, si llega en forma, será uno de los grandes favoritos, ya que esta carrera encaja casi a la perfección con sus cualidades y teniendo en cuenta el recorrido que presenta estos últimos años la carrera italiana. Además, Astana podrá contar con otra variante en su táctica de equipo, y es que Enrico Gasparotto está en condiciones de intentar algo en el Poggio, donde todos esperamos que la carrera se le complique a los sprinters.

Filippo Pozzato (Kathusa): Ganador en la edición 2006 y segundo clasificado en el año 2008, el actual campeón italiano en ruta se presenta como la gran baza del equipo Kathusa. Pipo no debería tener problemas en las ascensiones de la Cipressa y el Poggio, y pese a no haber mostrado su mejor nivel durante la recién acabada Tirreno-Adriático deberá ser un hombre muy a tener en cuenta de cara a la victoria en la linea de meta en San Remo. Otras alternativas para el conjunto ruso deberían pasar por corredores con esperanzas de victoria mucho menores como pudieran ser Ivanov, Ignatiev o el recién llegado Kolobnev.

Tom Boonen (Quick Step): Pese a no ser una de sus carreras preferidas, de ahí que sólo cuente con un tercer lugar en 2007 y dos Top10, Tommeke llega este año a la cita italiana en un estado de forma bastante mejor que otros años como bien demostró llevándose una etapa en Tirreno-Adriático y dando una muestra de poderío en la Omloop Het Nieuwsblad. Ante él, el reto de unirse al extenso grupo de corredores que pueden presumir de haber ganado en tres monumentos distintos. Dentro de las opciones del equipo se encuentra también la de Sylvain Chavanel, que pese a no haber dado las mejores sensaciones el último mes, siempre es alguien a tener en cuenta en caso de una situación de carrera que decida la victoria en cualquier situación diferente al sprint.

Fabian Cancellara (Saxo Bank): Tras su victoria en 2008, el pasado año su mal estado de forma no le permitió en ningún caso repetir exhibición. En este 2010 parece más centrado y, aunque está enfocando su pico de forma a Flandes y Roubaix, podría volver a tener un papel importante el sábado si se encuentra con piernas para retar al grupo que llegue al Lungomare. El conjunto de Rijs podría tener en la velocidad y el hipotético salto de calidad del campeón danés Matti Breschel y en la veteranía de Baden Cooke (14º en 2003) otras opciones.

Alessandro Ballan (BMC): Sandro llega a la cita tras un principio de temporada discreto, sin haber brillado ni en el primer fin de semana belga ni en la Tirreno, pero ahora empiezan sus carreras, las que se tuvo que perder el año pasado por una inoportuna mononucleosis, así que hay que esperarle delante. Sus opciones pasan por romper con su potencia en el Poggio como ya ha hecho otros años. La estrategia de su equipo debe ser la misma, ya que no tienen sprinter pero sí potenciales atacadores como Hincapie, Kroon o Burghardt.

José Joaquín Rojas (Caisse d’Épargne): Este joven murciano tiene la Classicissima como una de las que deben ser sus pruebas fetiche. Se ha dado cuenta que siendo muy rápido, no es un sprinter puro. Un fuerte inicio de temporada así lo demuestra, Top20 en las generales de Algarve y Tirreno, segundo en el quebrado GP Insubria. Su futuro está en las clásicas y empieza a llegar el momento de demostrarlo. Caisse d’Épargne puede tener un papel activo en el tramo final, con ciclistas como Urán, Lastras o Kiryienka, en buena forma y sin nada que perder.

Koldo Fernández de Larrea (Euskaltel-Euskadi)
: El sprinter vitoriano viene de mostrar una buena forma en la Paris-Nice en un recorrido que no le venía bien a velocistas como él. Ahora llegan sus carreras, San Remo y las piedras. Sus opciones de ganar en un hipotético sprint no son excesivas, pero este año no parece haber ningún sprinter dominador y en ese contexto puede darse alguna gran sorpresa. El conjunto naranja presenta un buen equipo para arroparle, incluido algún corredor en un estado de forma destacable como Juanjo Oroz, autor de una gran Tirreno-Adriatico, que podría ser uno de los animadores de la carrera en su tramo final.

Edvald Boasson Hagen (Team Sky): Primera gran cita como líder de una escuadra, así afronta el joven valor noruego la Milán – San Remo de este año; en un nuevo equipo y con un nuevo papel. Su punta de velocidad está probada (en la última de etapa de la Tirreno – Adriático, el martes, batió a corredores como Petacchi, Farrar o McEwen en un sprint sin pendiente), aunque tendrá que superar con solvencia el largo kilometraje y llegar en condiciones a la recta final en Lungomare. El conjunto británico podrá contar con otras bazas, como la buena forma de Joan Antoni Flecha para afrontar las rampas del Poggio o la velocidad de Greg Henderson en el más que posible sprint final.

Alessandro Petacchi (Lampre – Farnese Vini): Ganador en 2005, el de La Spezia busca repetir triunfo para continuar engrosando un palmarés con más de 160 victorias. Está probada su capacidad para aguantar y rematar en la recta final de esta carrera, el interrogante viene en si el sábado será el más fuerte o no dado que parece que sus grandes días como sprinter pasaron. Tiene opciones, no obstante, así como el capo de la escuadra italiana, Damiano Cunego, que ha declarado su intención de llegar en forma para probarlo a lo largo de la carrera (con seguridad en el Poggio, aprovechando su golpe de pedal y condición de buen bajador). Lampre, por tanto, jugará dos bazas complementarias que podrían terminar en un posible triunfo.

Mark Cavendish (HTC-Columbia): El sprinter del equipo HTC Columbia, y ganador el año pasado, está teniendo un inicio de temporada difícil. Los problemas dentales han entorpecido su preparación y llegará, salvo milagro, excepcionalmente corto de forma al primer monumento del año. A pesar de ello si el conjunto Columbia quiere arropar a su líder de la mejor manera posible deberá mantener el bloque compacto y filtrar en las fugas, aunque sólo sea con el afan de molestar, a corredores capaces de dar la estocada final si llegase el caso. Para ello disponen de corredores como Albasini, rápido en la llegada y muy hábil en las cotas. También de Rogers que llega en una forma excelente y, aunque algo falto de punch, suele tener un imán filtrándose en el grupo adecuado. La tarea de arropar a Cavendish y guiarlo en el tramo final este año, sin Hincapie, recaerá probablemente en corredores como Roulston o Goss que pueden ejercer de magníficas ruedas a seguir.

L. Paolini & S. Garzelli (Acqua & Sapone): La dupla de veteranos del conjunto Acqua & Sapone es más peligosa de lo que pueda parecer a simple vista. Garzelli llega de ganar, gracias a las bonificaciones, la Tirreno – Adriático a Scarponi, y Paolini siempre se muestra en forma en estas fechas. Además, ambos corredores poseen unas características que se amoldan a la perfección a la prueba. El primero posee una punta de velocidad extraodinaria, que, aún sin ser comparable a la de los mejores sprinters, sí que les podría poner en un aprieto. A ello se le suma que las cotas no le suponen una gran dificultad. Garzelli, aunque no tan veloz, puede ganar con facilidad ante un grupo pequeño de corredores y cuando la carretera se empina demuestra su calidad. Es, sin dudas, su territorio natural. Así que, si cualquiera de los dos llega en el grupo cabecero, que nadie descarte la sorpresa.

Michelle Scarponi (Androni Giocattoli): El italiano se ha mostrado en una forma extraodinaria en la Tirreno – Adriático y a pesar que no es un corredor ideal para la prueba, siempre puede tener sus opciones. Especialmente si la carrera se endurece pronto y los equipos con una única baza en forma de sprinter se resignan. Para ello el pelotón debería fragmentarse en grupos al menos desde la Cipressa. En la práctica es difícil que la situación se de y el Poggio no parece poseer la suficiente dureza como para que Scarponi logre imponer su condición.

Tyler Farrar (Garmin – Transitions): Posiblemente el único sprinter que pudo plantar cara a Cavendish en el pasado Tour. El de Wenatchee parte como uno de los sprinters puros con más opciones debido a los problemas de Cavendish. Necesitará una carrera con cierto control para poder disputar una volata junto con otros de los grandes velocistas como Freire, Petacchi o Bennati. Su oportunidad estará supeditada a coger la rueda buena y lanzarse a 200 metros del final con todo. Sus otras dos posibles bazas serán Robert Hunter (gran Vuelta a Murcia) yMartijn Maaskant, siempre y cuando el holandés esté en forma y pueda, con su potencia, hacerse “un Cancellara”… algo impensable, por cierto.

Daniele Bennati (Liquigas): El Liquigas siempre es un equipo combativo y con Nibali, Kreuziger y Pellizotti de compañeros Bennati puede que tenga el enemigo en casa. El italiano de Liquigas será, por dura que se ponga la carrera, un hueso duro de roer. Quizás no tenga la punta de velocidad de otros compañeros de profesión pero supera la dureza del recorrido con mayor facilidad que la mayoría. En su defecto está sin duda el nulo palmarés en las clásicas.
Por otro lado como comentábamos de inicio el Liquigas puede jugar la baza de endurecer la carrera de manera pronunciada ya sea para que Nibali se imponga en un grupo muy reducido o bien el intento de llegada de Pellizotti o Kreuziger en solitario. Complicado, sin duda, pero si este último escenario ocurriese, cuanto menos, se habrá presenciado una carrera espectacular.

Maxime Bouet (AG2R): Es muy difícil, por no decir imposible, que este equipo francés tenga un papel destacado o tan siquiera testimonial en la Clasicissima. El nivel del rodador francés está muy lejos del resto de aspirantes así que lo más probable es que el AG2R se dedique a mover la carrera de mano de los hermanos Efimkin, quizás los integrantes del equipo de mayor calidad y capacidad en este tipo de pruebas.

Thomas Voeckler (BBox Bouygues Telecom): El conjunto francés depende en gran medida de la inspiración de Voecker en esta carrera y, también, en gran parte del calendario. Siempre atento y dispuesto a dar guerra el menudo francés , aún sin mostrarse tanto como de costumbre, a punto estuvo de llevarse una etapa de la recientemente dispustada París-Nice; lo impidió, contra todo pronóstico, Amaël Moinard. En la Milán – San Remo de Voeckler se puede esperar combatividad, ser aquél que despierta la tempestad. Y, sino consigue ganar que no sea por aquello de no haberlo intentado.

Philippe Gilbert (Omega Pharma – Lotto): El corredor valón tuvo, el pasado año, un final de temporada asombroso deslumbrando en prueba tras prueba que disputaba. La vorágine resultó, entre otras cosas, con la victoría en el último monumento del año: el Giro de Lombardía. El belga es un corredor extraodinario capaz de brillar en las clásicas adoquinadas de Flandes así como en las pronunciadas cotas de las Ardenas. Gran rodador y cierta disposición al ataque temprano, si alguien salta en la Cipressa allí estará él en busca de la exhibición. El conjunto Lotto, además, guarda en la recamara a Van Avermaet que, sin ser un sprinter puro, es un corredor muy rápido y, en una llegada confusa, podría llegar a sorprender.

Benoît Vaugrenard (Française des Jeux): Este combativo ciclista francés pasa por ser a priori la mejor baza de su equipo para el sábado. Ha empezado muy fuerte la temporada, ganando una etapa en el Algarve y haciendo dos veces entre los 5 primeros en dos duros finales en la Tirreno-Adriatico. Por sus características y actitud, es muy probable que le veamos dando guerra en Cipressa o Poggio. De llegar al sprint, el equipo de Madiot tiene dos corredores rápidos como Geslin (sexto hace un par de años, aunque su forma actual es discreta) y Hutarovitch (más sprinter, pero le puede costar llegar al final en el primer pelotón).

Lance Armstrong (Team Radioshack): Siendo sus opciones de ser relevante en la carrera pequeñas, Lance es el más destacado del mediocre equipo que presenta su equipo. Quizá ciclistas como Lequatre, Rast o Vaitkus puedan aparecer, pero hasta ahora no han demostrado nada que haga pensar que puedan ser importantes en una carrera de este nivel.

Sacha Modolo (Colnago-CSF): Aunque seguramente la carrera todavía le quede grande, este sprinter neoprofesional ha empezado bien la temporada, superando a su compañero de equipo Gavazzi en la mayoría de llegadas, será interesante ver cual es su prestación el sábado. De todos modos el equipo de Reverberi probablemente buscará tener presencia en carrera mediante una guerra de guerrillas, con su escalador, Domenico Pozzovivo, a la cabeza.

Marcus Fothen & Linus Gerdemann (Millram): Aunque lo más probable es que los corredores del conjunto alemán pasen bastante desapercibidos siempre hay una pequeña opción para que les sonría el éxito tal como ocurrió en la Tirreno-Adriático. Gerdemann ganó en un sprint de lo más extraño a corredores de la talla de Paolini. Quizás el hecho de pasar desapercibidos pueda beneficiarles si la situación de carrera se les torna favorable.

Giovanni Visconti (ISD-Neri): El conjunto ISD-Neri tiene un corredor de calidad como Giovanni Visconti. Campeón de italía en 2007 en las filas del conjunto Quick-Step y portador de la maglia rosa durante ocho etapas en el Giro de 2008. ISD-Neri es un equipo modesto y, evidentemente, optar a un monumento les viene grande. Su objetivo será, probablemente, dejarse ver.