La París-Niza ha llegado a su fin. Tras ocho jornadas en las que día a día se han ido sucediendo acontecimientos dignos de comentar, y sin llegar, ni de lejos, a ser igual que la edición anterior nos ha dejado bastantes momentos que perdurarán en el recuerdo de este 2010 ciclista que cada semana que pasa, se pone más interesante.

Desde los abanicos de la primera etapa camino de Contres, hasta la fuga de la séptima etapa en la que Xavi Tondo se alzó ganador tras dejar atrás a gente como Chavanel, Cunego o Leipheimer, pasando por las victorias de un increíble Peter Sagan y los triunfos locales a cargo de Bonnet y Moinard o el final en Mende, y, por supuesto, la victoria final de Alberto Contador, que tres años después vuelve a subirse a lo más alto del pódium de la localidad de la Costa Azul, flanqueado por otros dos corredores españoles como son Alejandro Valverde y Luis León Sánchez.

Alberto Contador ha conseguido su segunda París-Niza, pero tiene motivos para estar preocupado a tenor de lo ocurrido en la ruta hacia el sol, y es que resulta alarmante la falta de corredores de nivel en el equipo Astana que en muchos momentos (destacar la presencia testimonial de Dani Navarro en instantes puntuales) han dejado solo al ciclista madrileño en la carrera francesa, que como casi siempre ha cambiado el viento, el frío, la lluvia y la nieve de los primeros días por el sol y el buen tiempo de la Costa Azul.

Pero entre los aficionados, o aficionadillos en nuestro caso, la carrera también ha dejado polémica. Puede que sea por el magnífico espectáculo ofrecido en el año 2009 o no, pero se han alzado algunas voces criticando la actitud de Caisse d’Epargne, que si bien destapó su vertiente ofensiva en la primera etapa a base de abanicos, este último fin de semana ha vuelto a mostrar su cara rancia; la de controlar las etapas (y no siempre bien) para dejar la clasificación final a merced de las bonificaciones desechando la oportunidad de poder jugar con dos bazas ganadoras como son Alejandro Valverde y Luis León Sánchez. Similares comentarios se han alzado hacia el equipo Liquigas, que pese a llevarse dos etapas en ningún momento ha dado la sensación de tener la ambición necesaria para optar a algo más de un cuarto puesto (un tercero hasta que LuisLe se hizo con una bonificación camino de Niza). O hacia Samuel Sánchez, que tras renunciar a las Árdenas para centrarse en París-Niza e Itzulia, parece haber estado conforme en todo momento con el quinto puesto en el que se colocó tras la etapa con final en Mende.

Pero si algo nos deja esta París-Niza es sin ningún tipo de duda la irrupción del joven Peter Sagan en el pelotón profesional. Dos etapas y la clasificación de la regularidad, además de una sensación de estar ante un nuevo genio de la bicicleta que no se sabe qué dirección tomará en su carrera por la polivalencia que atesora. De buen seguro continuará (o eso esperamos) mostrando la agresividad y la inteligencia con la que ha corrido esta semana, y el tiempo dirá qué tipo de corredor será.

Un año más, la considerada mejor carrera de una semana del calendario internacional concluye, y a la espera de la próxima edición tenemos mucho ciclismo del que disfrutar durante las próximas semanas empezando este mismo sábado con la Milán – San Remo.