Si en enero los grandes triunfadores del mes fueron los protagonistas de esta sección, en febrero esa euforia se ha calmado y salvo excepciones contadas, caso de fenómenos hechos y derechos como Robert Gesink y Peter Sagan, ha favorecido a ciclistas más veteranos. El calendario europeo ha traido consigo la normalidad pero aun así, ha habido actuaciones destacadas por parte de todo tipo de jovenzuelos a los que destacar en nuestros rankings.
El maillot blanco de C&H
1 Peter Sagan (Eslovaquia, Liquigas-Cannondale, 1990). Poco tiempo ha tardado el Bicho en sacar a relucir su clase. Debutó en el Gran Premio Costa de los Etruscos, dónde fue el último vagón del imparable tren que lanzó a la victoria a su compañero Viviani en el sprint, y desde entonces ha disputado ocho días de competición, siendo su peor resultado el undécimo puesto del Trofeo Laigueglia, dónde ganó el sprint del segundo grupo. En el resto, ha estado entre los cinco primeros. Su exhibición con mayúsculas, la que le da el indiscutible primer puesto del ranking, llegó en el reciente Giro de Cerdeña, con tres victorias de etapa y la general. En la isla italiana no se contentó únicamente con arrasar en los finales explosivos cuesta arriba como hizo costumbre el año pasado, también aguantó el empuje de escaladores como Scarponi, Cunego o Serpa en los finales en alto y hasta se dio el gustazo de batir a velocistas puros como Belletti, Petacchi o Swift en la volata de la cuarta etapa. El eslovaco cerró el mes en la posterior Clásica Sarda, dónde pese a verse involucrado en una aparatosa caída que le costó cinco puntos de sutura en el costado izquierdo, disputó la victoria y fue tercero tras Brutt y Sella. Lo mejor de todo, es que anuncia que este febrero solo ha sido un excelente entrenamiento para su objetivo principal del año: la París-Niza. Preparémonos para disfrutar.
2 Robert Gesink (Holanda, Rabobank, 1986). La inclusión de un final en alto en el Tour de Omán atrajo a esta joven y exótica carrera a varias figuras de las carreras por etapas que buscaban buen tiempo y terreno apto para hacer sus primeros tests de la temporada. No se lo tomó así el espigado holandés que corría por primera vez desde que la muerte de su padre precipitara su triunfal final de temporada antes del Giro de Lombardía. Gesink empezó la temporada como había dejado la anterior, ganando con autoridad. Se impuso en solitario en la Green Mountain y sorprendió en la contrarreloj a los especialistas, favorecido por el perfil quebrado de la misma. Dedicatoria a su padre y declaración de intenciones: está preparado para convertir su enorme talento en exhibiciones y victorias. Un salto de calidad que las carreras por etapas agradecerán. Se necesitan atacantes como Robert Gesink.
3 John Degenkolb (Alemania, HTC-High Road, 1989). Si en enero vimos como Matthews despuntaba en su país, el otro gran candidato a debutante del año (Taylor Phinney y su mala suerte aparte), este portentoso teutón procedente de la región de Turingia lo hizo en la isla de los alemanes, Mallorca. Allí fue segundo en el segundo trofeo de la Challenge, en Cala Millor, solo superado en el sprint por Tyler Farrar y décimo en el último en Palmanova, también en una llegada masiva. En el Algarve se tomaría la revancha con Farrar, al que superaría en el clásico final picando hacia arriba de Lagos. Para cerrar el mes, también se bautizó en las piedras con una soberbia actuación en la Het Nieuwsblad, dónde terminó duodécimo.
4 Arthur Vichot (Francia, FDJ, 1988). Una de las revelaciones del mes, sin duda. Empezando su segundo año como profesional, Vichot ha dejado de ser noticia por ser objeto de un humorístico homenaje de los fans en el Tour Down Under hace un año, durante su debut como profesional, para pasar a serlo por sus méritos deportivos. Brillante amateur e integrante del equipazo francés sub23 que rodeó a Romain Sicard en su triunfo mundial en Mendrisio, Vichot ya tuvo una segunda parte de temporada destacable el año pasado, con victoria de etapa en la Paris-Corrèze y buenas actuaciones en el Tour de Valonia. Debutó en la Vuelta y antes de abandonar se permitió ser décimo en el duro final de Gibralfaro, una buena muestra de su mejor terreno: la media montaña. Ahí se ha mostrado durante todo este mes, combativo y explosivo para ser quinto en Marsella, noveno en Bessèges, coger las fugas y ser el más fuerte de las mismas los dos días en el exigente Tour d’Haut Var y finalmente, ganar en la media montaña prealpina de l’Ardèche en un grupito plagado de talento galo emergente (Gautier, Hardy, Rolland, Pinot, Geniez, Coppel). Madiot y su FDJ seguirán proporcionando nombres para esta sección.
5 Edvald Boasson Hagen (Noruega, Sky, 1987). Un puesto algo bajo para un EBH que empezó como una moto en Omán, pero que no ha conseguido ninguna victoria hasta el momento. El noruego mostró su gran versatilidad estando delante todos los días en la carrera del sultanato pero siempre fue superado, primero en los sprints, luego en la montaña y finalmente en la contrarreloj para ser segundo en la general tras un imparable Gesink. Un rendimiento que hacía presagiar una prestación algo mejor en la Het Nieuwsblad, dónde sus compañeros Flecha y Hayman pasaron a la acción mientras Edvald se quedaba anclado en el grupo de las figuras Boonen y Gilbert. Al día siguiente, eso sí, buen desquite siendo el lanzador del triunfador Sutton en Kuurne y consiguiendo una anecdótica octava plaza final. Tras ganar la Gante-Wevelgem hace dos años, esta primavera tiene que ser la de su confirmación como aspirante a la élite clasicómana. Le esperamos.
Mejor “rookie” de C&H
1 John Degenkolb (Alemania, HTC-High Road, 1989). Indiscutible “rookie” del mes para el tremendo alemán que desafió los cinco grados, la lluvia y el viento flamenco de finales de febrero en manga corta. Si antes explicábamos sus batallas al sprint ante Farrar (también Greipel o el mismo Matthews) en Mallorca y Algarve, conviene destacar que Degenkolb es extremadamente rápido y por ello perfectamente integrable en la fábrica de propulsores de Stapleton, pero que su formación y su rendimiento en la categoría sub23 apuntan hacia algo más. Un ciclista con un potencial enorme para las clásicas. Así se encargó de recordarlo en la Het Nieuwsblad. Debutar en una prueba de pavés de las gordas del modo en que lo hizo, peleando con los mejores en unas condiciones extremas, está al alcance de muy poquitos. Verse delante no impidió que conóciese también la cara más amarga de estas carreras, Maaskant se cayó delante suyo cuando Flecha empezaba su ataque definitivo y le tiró. El alemán se levantó y terminó reenganchándose al grupo que peleó el podio, pero terminó desfondado y no pudo sacar su velocidad, le correspondió la última posición del mismo. Tendrá muchas oportunidades para desquitarse.
- Degenkolb batió a Farrar y a Matthews en el Algarve (Foto: High Road Sports)
2 Fabio Duarte (Colombia, Geox-TMC, 1986). Aunque técnicamente no es un “rookie” (corrió tres carreras en Europa en 2007 con el Serramenti de Gianni Savio), nosotros así le consideramos. El mejor representante de la nueva generación de escarabajos ha venido a Europa para impactar des del principio con sus ataques inconscientes en la montaña. Por ello, más que por sus resultados, se gana ya esta segunda posición en el ránking de debutantes en febrero. Duarte atacó en la Serra de Tramuntana mallorquina y en la Penibética andaluza desde muy lejos de meta. En ambas jornadas fue cazado. También atacó el sábado pasado en el GP Regio Insubrica, y también fue atrapado. El domingo, en Lugano, volvió a atacar y esta vez no le cogieron. Tuvo un gran duelo de escaladores con Basso, algo prematuro a estas alturas de la temporadas y al final la victoria se la terminaron jugando en el peor de los terrenos para ambos, el sprint. Ahí la experiencia de Basso se impuso. Muchas ganas de que lleguen las carreras con alta montaña para verle volar en escenarios más propicios.
3 Matteo Pelucchi (Italia, Geox-TMC, 1989). El mismo día que Duarte pegaba al palo en el Ticino, otro chavalillo debutante le daba a Geox su primera victoria. Pelucchi, un sprinter del que Matxín y Gianetti hablan maravillas, batió en el último golpe de riñón a José Joaquín Rojas en la Clásica de Almería. Antes ya había avisado con buenos puestos en Qatar y Oman. La generación italiana de velocistas que despega es descomunal.
4 Andrea Guardini (Italia, Farnese Vini-Neri, 1989). Guardini, el fenómeno que se avecina, es el único que repite presencia en el ránking desde su número uno de enero. Su victoria en la última etapa del Tour de Qatar ante velocistas de primer nivel es casi tan valiosa como las cinco conseguidas en Langqawi, y muestra que lo suyo no es casualidad. En la última de Oman estuvo cerca de repetir, pero fue batido por Cavendish y Galimzyanov. Ahora, a mirar hacia Tirreno, San Remo y el Giro. Seguramente no para ganar, pero sí para conocer unas carreras que tienen que darle la gloria en el futuro.
5 Andrew Talansky (Estados Unidos, Garmin-Cérvelo, 1988). Este escalador californiano, que tiene un blog interesante, es el nuevo proyecto yankee para las carreras por etapas, el futuro junto a Van Garderen de los norteamericanos para suceder a los ya viejos Leipheimer o Vandevelde. Tras hacer una gran temporada como amateur en el filial del Garmin, en su primer año compitiendo en Europa (brillante en las carreras alpinas franco-italianas, segundo puesto en el Tour del Porvenir incluido), Vaughters lógicamente le ha reclutado para el equipo ProTour y Talansky no ha tardado en demostrar su calidad. Primera carrera, Tour del Mediterráneo, y cuarto puesto en el clásico Mont Faron viendo de cerca el duelo entre Moncoutié y Peraud. Muy interesante seguir su evolución en un equipo completamente polarizado, donde los clasicómanos y sprinters harán un calendario y los vueltómanos harán otro. Quizá ello le permita debutar en una grande ¿la Vuelta, a lo Van Garderen el año pasado? sin mucha responsabilidad.
Los que vendrán… un ojo en el panorama U23
Aunque la actualidad sub23 sigue siendo algo precaria, todavía en espera que empiecen las carreras específicas de la categoría, se pueden hacer algunos apuntes más que en el mes anterior.
Empezando por lo que nos queda más cerca, conviene reseñar el prometedor inicio de temporada de Pello Bilbao (1990), que parece el siguiente en la sucesión de figuras de la cantera de la Fundación Euskadi. El ciclista del Orbea, autor de una brillante temporada en el calendario amateur el año pasado (con el cénit del gran duelo con Jesús Herrada en la prestigiosa Subida a Gorla), anduvo delante en la montaña mallorquina siendo duodécimo en el Trofeo Deià y en la andaluza, siendo sexto en la etapa de Jaén.
También hay que empezar a destacar ya a las figuras de otra cantera prolífica, la de Rabobank. El equipo continental de la todopoderosa estructura neerlandesa se estrenó en la Ster van Zwolle gracias al triunfo del potente Barry Markus (1991) que fue el más rápido de los cuatro ciclistas que se jugaron la carrera. Markus contó con la inestimable ayuda de su compañero Jetse Bol (1989), un rodador portentoso al que este año se le puede quedar pequeña la categoría.
Por otra parte, y ya en el campo amateur, en Francia hay que destacar la disputa de la tradicional Essor Basque, conglomerado de carreras dónde brillaron en el pasado nombres como Jalabert, Virenque, Tonkov, Olano, Beloki, Voeckler o Sicard entre otros. Este año hay que destacar al vascofrancés (¿futurible Euskaltel?) Kenny Elissonde (1991), escalador muy interesante que ya brilló el año pasado en carreras tan duras como el Giro del Valle d’Aosta o el Tour du Languédoc-Roussillon en su primer año en la categoría o a Rudy Molard (1989), otro escalador de maduración algo más tardía.
Para terminar, la nota exótica la ponen este mes los ciclistas de la selección kazaja que disputó la Vuelta de la Independencia Nacional en Costa Rica, vencedores de dos etapas mediante Miras Bederbekov (1989) e Ilya Davidenok (1992). En la misma carrera también consiguió un triunfo parcial el holandés Harm Van der Sanden (1990).