Andrea Guardini (Colognola ai Colli-Verona, 1989) está siendo una de las sensaciones del comienzo de temporada merced a sus seis triunfos conseguidos hasta la fecha. Forma, junto a los Viviani, Nizzolo, Modolo o Belletti, el relevo generacional para los Petacchi, Bennati o Chicchi. La volatta italiana tiene un buen recambio. La juventud viene pisando fuerte.
Luca Scinto, manager del Farnese Vini-Neri Sottoli, conocedor del potencial de Andrea, firmó un precontrato en 2008 pasando como staggiare para el ISD-Neri en Agosto de 2010, disputando con el equipo italo-ucraniano el Tour de Dinamarca y el GP Cittá di Modena, asegurándose el paso a profesionales en la temporada 2011.
Su estreno como profesional no ha podido comenzar de mejor manera. Cinco triunfos en el Tour de Langkawi hacían saltar su nombre al limbo del ciclismo. El reino del sprint tenía ante sí un nuevo nombre que aspira al trono de los más veloces. Su nombre saltaba a la palestra, pero, ¿Quién era Andrea Guardini?
Vayamos a sus comienzos. Fue la pista quien vio sus primeros grandes triunfos. En 2007, inmerso en su etapa junior, se proclamó campeón de Europa de Keirin en Cottbus, mientras que a nivel nacional lo hizo por equipos junto a Elia Viviani y Stefano Melegaro, y de manera individual en la categoría de sprint. En ruta las victorias también llegaron, siendo la más importante la conseguida en la primera etapa de la Tre Ciclistica Bresciana.
Después de abandonar el conjunto del Us Ausonia-Csi Pescantina para dar el paso a la categoría amateur, el prolífico Lucchini Neri Comauto Cocif fue el destino para Andrea Guardini. Allí coincidió con sus actuales compañeros de equipo Elia Favilli y Emanuele Vona, y con los hoy profesionales Davide Malacarne (Quick Step), Omar Lombardi y Simone Stortoni (Colnago-CSF) y Maxim Belkov (Vacansoleil-DMC). En Villastanza di Parabiago, el Trofeo Antonietto Rancilio fue uno de los testigos de la victoria de la llamada “Freccia Europea”. En su primer año amateur fueron tres los triunfos conseguidos.
En 2009 dio el paso al Neri Sottoli-Promociclo donde la temporada estuvo marcada por el desgraciado fallecimiento de su compañero Fabio Fazio en la disputa del GP Città di Vinci, en el que, después de disputados 100 kilómetros, cayó desplomado en la calzada víctima de un infarto. En el Memorial Vincenzo Mantovani, una de los cuatro triunfos conseguidos en la temporada, Andrea tributo su victoria brazos en alto señalando al cielo en honor a Fazio después de superar claramente a Filippo Baggio. La gran cita que supuso defender los colores de la tricolore en los Juegos del Mediterráneo disputados en Pescara, Andrea tuvo que contentarse con la medalla de bronce en un final de photofinish tras ser superado por su compatriota Enrico Peruffo (pro en 2010 con CarmioOro-NGC) y por el esloveno Marko Kump (Geox-TMC). Pero en la pista de nuevo volvieron los éxitos. Junto a sus compañeros Francesco y Luca Ceci revalidó el campeonato italiano conquistado en su etapa junior.
Después de dos temporadas de confirmación y consolidación, el 2010 fue su definitiva explosión. Defendiendo los colores del Casati-NGC-Perrel batió todos los registros de victorias en el campo amateur. Hasta en 19 ocasiones entró victorioso en meta, dos más que el record marcado por el escalador Claudio Corti en los setenta. El gran trabajo realizado por los hombres de Alberto Cappelletti permitió imponer con claridad la punta de velocidad de un Guardini que no encontró rival a lo largo de la temporada. Prueba de ello es que en sus 19 victorias tan solo tuvo que meter el “golpe de riñón” en San Nazzaro para alzarse con el triunfo. En el resto entró con claridad, destacado sobre el resto de ciclistas que veían como se fraguaba una temporada de ensueño.
Los Nizzolo o Pelucchi poco pudieron hacer contra la superioridad de un Guardini que tuvo en la victoria de la tercera etapa del Girobio en Ghedi su momento álgido de la temporada. La Coppa Ballerini, el Trofeo Antonietto Rancilio o la Coppa Industria e Commercio Memorial Eustorgio Galbiati fueron algunos de los triunfos conseguidos. Tan solo el hoy pro con el Team Leopard-Trek Giacomo Nizzolo y Marco Amicabile fueron capaces de relegarle a la segunda posición en el GP Fiera della Possenta y en el Circuito Salese respectivamente.
Llegó el momento de su paso a profesionales. Todo seguidor del ciclismo quedó prendado con su nombre tras la disputa del Tour de Langkawi. Sus cinco victorias son el reflejo de la tiranía con la que dominó los sprints en Malasia. En Qatar, rodeado de algunas de las mejores figuras de la velocidad, Andrea consiguió su redención cuando entró triunfante en la línea de meta de Doha por delante de Francesco Chicchi y Theo Bos. Ilusionante victoria al igual que emotiva. Once años hacían del fallecimiento de su padre, al que, como a su compañero Fazio, dedicó la victoria.
Después de la consecución de la Campaña de Asia, Guardini centra su atención en la primera prueba que disputará en la península itálica, la Tirreno-Adriático. En la “carrera de los dos mares” buscará afinar de cara al gran sueño que todo velocista persigue, ganar la Classicissima, la Milán-San Remo. Demasiado pronto parece para conseguir dicha meta, pero sus piernas demuestran ser un futuro ganador. El mes de mayo será su segunda referencia. Confirmada la presencia del Farnese Vini-Neri Sottoli en la salida de Torino, estar en el nueve de Luca Scinto será su objetivo con el fin de seguir aprendiendo. Y es que esto no acaba nada más que empezar.