El Tour du Haut Var es una carrera atípica. Antes disputada en formato de clásica, desde 2009 ha pasado a constar de dos jornadas en línea, siempre por el serpenteante relieve prelitoral de la Costa Azul. Es un fin de semana de clásicas en que las dos carreras no son independientes. Thomas Voeckler ya ganó la primera vez que la carrera se disputó en dos días y este año lo ha vuelto a hacer, tras dar una exhibición este domingo en los últimos 20 kilómetros de la etapa camino de Draguignan.

Thomas Voeckler en el podio del Tour du Haut Var 2011
Voeckler celebra su triunfo final (Fuente: L’Équipe)

Tras la victoria del diminuto y explosivo Samuel Dumoulin (se tomó la revancha con el italiano Nocentini, que le había batido allí mismo hace un año) en el ya clásico final en cuesta del primer día en Grimaud, la carrera llegaba al domingo con escasas diferencias. El final llano en Draguignan en lugar de otro muro como el de Montauroux, que dictó sentencia la temporada anterior, podía hacer pensar que esta exigua renta le iba a bastar al ciclista del Cofidis para controlar la carrera y llevarse un cómodo triunfo final, pero nada más lejos de la realidad. Una etapa por encima de los 200 kilómetros, un perfil muy quebrado y la dura Côte des Tuillères siutada a menos de 20 kilómetros para la meta eran un terreno propicio para la batalla. Sin pinganillos, las constantes y numerosas escapadas de gente muy peligrosa como Peraud o Fédrigo han provocado un ritmo infernal durante toda la jornada. Una vez más, las ganas de batalla de los ciclistas demostrando que una etapa sin un final en alto, pero con los ingredientes necesarios para generar lucha, es mucho más interesante que otra que lo guarde todo para el final.

Llegando a la última cota, la fuga se ha seleccionado hasta quedarse con dos jóvenes talentos franceses en cabeza: Pierre Rolland y Arthur Vichot. Este último, ciclista que empieza su segundo año como profesional en la FDJ de Madiot, escudero de lujo de Romain Sicard y Thibaut Pinot en esa gran selección francesa sub23 que maravilló hace un par de años en el Tour del Porvenir, el Giro del Valle d’Aosta y el Mundial de Mendrisio, ha mostrado en este fin de semana su progresión. Fue el último en ser cogido en la fuga de la primera etapa y ahora ha vuelto a repetir en un día mucho más exigente. Vichot hasta ha aguantado el empuje del primer galgo que llegó por detrás, el siempre nervioso danés Chris Anker Sorensen. Por detrás, Nocentini, Voeckler y una larga sucesión de ataques ponían a prueba al líder en un terreno que no era el suyo. Dumoulin resistía bien la subida con la inestimable de ayuda de un gran Moncoutié, en estado de gracia tras su victoria en el Tour del Mediterráneo, y parecía tener la carrera controlada al coronar con un primer grupo de unas 20 unidades.

Pero, grandezas de este tipo de recorridos, quedaban 19 kilómetros a meta de terreno a priori favorable, salpicados con repechos que tras más de 200 kilómetros se iban a convertir en paredes para los corredores. En ese escenario, poca gente se mueve mejor que Thomas Voeckler. Un ciclista que año a año sigue mejorando y que ha encontrado en la media montaña un maná para brillar con luz propia. Titi ya no es solo ese ciclista carismático y astuto que escogía a la perfección el momento para atacar. A todo esto le ha sumado una gran fuerza, una gran potencia para arrancar, crear el hueco y mantenerlo con mucha determinación. Algo de eso se vio el año pasado en Québec ante gran parte de la élite clasicómana. Se ha vuelto a ver en Haut Var. Quizá se vea en carreras de más prestigio esta primavera. El alsaciano parece preparado para escenarios de mayor nivel.

Voeckler ha atacado una primera vez y ha logrado descolgar a Dumoulin, que ha terminado apajarado, pagando el enorme esfuerzo por ganar una carrera demasiado exigente para él. Seguía pegado a su rueda Nocentini y, tras respirar un poco, le ha vuelto a atacar. Hasta él sólo ha podido llegar el modesto Julien Antomarchi, que debuta en el profesionalismo esta temporada junto a su club ciclista del barrio marsellés de La Pomme. Un José Joaquín Rojas reorientado hacia un ilusionante rol de todoterreno se ha quedado a medias y ya no ha podido enlazar. El entente entre el duo cabecero ha sido perfecto. La escena final también lo ha sido: primera victoria para ciclista y equipo modesto en el profesionalismo muy cerca de su casa y victoria general y lección de caballerosidad de un Voeckler que, tras salvar a su equipo de toda la vida, ahora Europcar, sigue engrandeciendo su figura a todos los níveles.

General final

1 VOECKLER Thomas EUC 9h14’13”
2 ANTOMMARCHI Julien LPM à 08”
3 NOCENTINI Rinaldo ALM à 28”
4 ROJAS GIL Jose-Joaquin MOV à 29”
5 PAURIOL Rémi FDJ à 37”
6 MONCOUTIE David COF ”
7 DUMOULIN Samuel COF à 53”
8 SÖRENSEN Chris SBS ”
9 PINEAU Cédric FDJ à 54”
10 IZAGIRRE INSAUSTI Gorka EUS ”