Andan convulsos los tiempos en los Países Bajos a causa de la recién destapada trama de dopaje del equipo PDM neerlandés, que llega después de unas cuantas historias sórdidas que denuncian algunos ex-corredores del desaparecido equipo Rabobank. De todo esto, mención aparte merece Thomas Dekker y la confesión por él mismo de la utilización de sustancias prohibidas que se manejaban en el equipo naranja desde 1996 a 2012. Anuncia que está dispuesto a confesar, dando nombres y apellidos, sobre lo ocurrido durante aquellos años.
PDM en el Tour de 1988
De nuevo se asesta un duro golpe al ciclismo tras la aparición de unas hojas escaneadas del libro de notas de Bertus Fok, uno de los ex-preparadores del histórico equipo neerlandés PDM, en el diario Volkskrant, que demuestra las prácticas fraudulentas con todo detalle.
Dicho medio publica unas notas de Fok en las que se explica cómo siete de los ocho corredores del PDM en el Tour de Francia de 1988, recibieron instrucciones para implementar su rendimiento artificialmente. El conjunto de los Países Bajos es recordado por ser uno de los más potentes en aquellos tiempos. También es conocido dentro de nuestras fronteras por la participación en sus filas de Pedro Delgado. “Perico” pasó dos años en el equipo, temporadas 86 y 87, donde mejoraría su rendimiento en contrarreloj y adquirirá experiencia internacional antes de fichar por Reynolds en 1988, el año del que habla el diario neerlandés.
El periódico muestra una página del cuadernillo de Fok como prueba impresa en la que se indica qué cantidades deberían percibir esos corredores con cada una de las sustancias dopantes adheridas a sus nombres. En ella se menciona a Steven Rooks, Gert-Jan Theunisse, Adrie van der Poel y Rudy Dhaenens, Campeón del Mundo en Japón un par de años después. Las sustancias que se mencionan son cortisona y testosterona. Sólo Gerrie Knetemann, como Dhaenens ya fallecido, habría ido limpio.
El caso del PDM no era desconocido ni sorprende, pero faltaban pruebas concluyentes. Rooks confesó hace tiempo en un libro de Mart Smeets en el que aseguró haberse inyectado EPO, y que en aquel Tour del 88 ya se contaba con elementos que hoy están de moda o son noticia. La novedad es que en Alpe d´Huez, se desvela con esta documentación, que el ganador de aquella etapa, el mismo Rooks, tomó corticoides a la par que otras sustancias horas antes de empezar a competir. Ya en el hotel le fue suministrado el conocido Andriol (testosterona), para recuperarse totalmente del esfuerzo. Después de este capítulo, jamás volvió a destacar en ninguna carrera. Fue el único que admitió haberse dopado durante su estancia en el equipo, pero tras la aparición de estos papeles se comprueba que sus acusaciones eran ciertas y el caso está aún por esclarecerse.
Rabobank, ¿16 años de dopaje sistemático?
Y mientras tanto, el pasado sábado al menos doce corredores que pertenecieron en algún momento de su trayectoria al desaparecido equipo Rabobank, han presentado una declaración escrita, sin dar nombres, donde confirmaban el sistema de dopaje masivo que se llevaba a cabo entre los años 1996 y 2012. Esto es; desde su fundación hasta su desaparición total. Hoy la herencia de ese equipo se llama Blanco Pro Cycling Team, que se hace llamar ‘blanco’ por aquello de la limpieza que predican.
Al parecer sólo tres de esos corredores han afirmado abiertamente haber llevado a cabo la práctica de la utilización de sustancias prohibidas durante aquellas temporadas. Se trataría de Danny Nelissen, ciclista holandés ya retirado y en la actualidad comentarista de Eurosport; Marc Lotz, participó con los “naranjas” desde 1997 a 2004; y el ya mencionado Thomas Dekker, que fue relacionado por la prensa austriaca como posible implicado en el Caso HumanPlasma como cliente de la red de dopaje existente alrededor de la clínica vienesa de mismo nombre -al igual que otros compañeros suyos como Boogerd, Rasmussen y Menchov del Rabobank en 2007, y de los que supuestamente se compró su silencio-. Más tarde, Dekker, reconocería haber tomado EPO a partir de 2006. Por parte del equipo solo ha hablado Marc Wauters, corredor hasta 2006, negando toda la cuestión.
Durante ese período, el médico a bordo de la nave durante los años 1996 a 2009 fue el belga Geert Leinders, recientemente relegado de sus funciones en el equipo inglés Team Sky -y de lo que poca mención se ha hecho en medios generalistas y especializados británicos-. Esta decisión viene motivada por estar implicado en el caso Armstrong el cual no ha pasado de puntillas a los ojos de la Federación belga, que ha iniciado una investigación tras la declaración jurada por parte de Levi Leipheimer. En ésta contaba, así decían los informes de la USADA aceptados por la UCI, que durante su etapa en Rabobank de 2002 a 2004, el doctor en cuestión, le suministraba EPO en numerosas ocasiones.
Cuestiones de las que no se habla en los medios locales, los de aquí, es de la presencia de varios españoles en las filas de Rabobank estos años. Muchos de ellos sin ninguna relación aparente con tramas de dopaje, y otros que sí han estado implicados, como es el caso del ya retirado Carlos Barredo. El asturiano, Óscar Freire, Pedro Horrillo, Luis León Sánchez, Juanma Garate o Juan Antonio Flecha -que curiosamente ha seguido más años que ninguno trabajando supuestamente con Leinders-, todavía no han comentado nada al respecto.
Thomas Dekker y la conexión con España
Cuando en 2006 estalló la Operación Puerto, el nombre de al menos 200 deportistas estaban relacionados con una serie de médicos y consejeros en un contubernio donde se mercadeaba con sustancias dopantes nunca visto antes en terreno español. Esas listas confeccionadas por el principal implicado, el médico Eufemiano Fuentes, contenían los pseudóminos de un gran número de ciclistas que se filtraron a la luz pública, como los de Ullrich o Basso por ejemplo, obligando a éstos, como a Alejandro Valverde gracias al CONI, a cumplir sanciones de dos años lejos de la carreteras y marcándoles para el resto de sus carreras.
Otros corredores no fueron señalados por lo difícil de desenmarañar a quién pertenecían esos “alias” encriptados. Precisamente hoy mismo Thomas Dekker, como se destaca en la web del medio NRC, ha declarado que uno de esos alias indescifrables pertenece a él. Se trataría de “Clasicómano Luigi”, apodo que se sospechaba estaba relacionado con Fabian Cancellara por sus reconocidos contactos con el presunto secuaz de Michele Ferrari (el médico epicentro del caso Armstrong), el doctor Luigi Cecchini. La aceptación de lo cual no conlleva sanción, quizás unos de los motivos de su publicación ahora, pero está claro que de esta forma entierra uno de los misterios que más tiempo había llevado solucionar a la agencia antidopaje española y a la guardia civil, pero que no termina ahí.
La Operación Puerto continúa (de hecho, por el bien del deporte, no debería más que comenzar), se reabrirá una audiencia judicial en Madrid el próximo lunes día 28. Se estima que durará unos 15 días para tomar declaración a las seis personas imputadas por poner en peligro la salud pública, en los que se encuentran el ya mencionado médico Eufemiano Fuentes, su hermana Yolanda Fuentes, el doctor José Luis Merino Batres, el entrenador Ignacio Labarta, y los ex directores deportivos Manolo Saiz y Vicente Belda. Los ciclistas Alberto Contador, Ivan Basso, Michele Scarponi y Jörg Jaksche han sido reclamados por la audiencia para declarar como testigos.
¿Y la UCI?
Mañana jueves Vrij Nederland publicará importantes declaraciones privadas que mantenía Hein Verbruggen, presidente de la UCI desde 1991 a 2005, con Mario Zorzoli, responsable supremo de la UCI para temas de dopaje, y Lon Schattenberg, miembro de la comisión antidoping. Todo tiene su unión; en la documentación de la Operación Puerto se encontró el nombre de Zorzoli, por lo que no sería de extrañar que, estando cerca la Operación Puerto, su nombre pueda salir a la luz. Los cimientos de la UCI tiemblan, pues la convulsión en torno a los casos de dopaje nunca había tocado tanto su núcleo más duro.