1 año, 12 meses o 365 días. Como a ustedes les parezca bien. Ese es el espacio de tiempo donde actualmente muchos ciclistas estamos “obligados” a estar disponibles y en un estado de forma aceptable. Antes la temporada era clara, empezaba en febrero y acaba en septiembre y en medio hacías un pequeño descanso. Esto es cuando éramos ricos. En tiempos de guerra todo agujero es trinchera, que traducido al ciclismo es en tiempos de crisis toda carrera es buena. Y si me apuran ya hemos llegado a un punto que cualquier especialidad es buena. De hecho el otro día cargamos nuestras bicis de mountain bike en los coches y la grupeta pucelana nos desplazamos a Navaluenga a disputar la prueba invernal organizada por la PC Francisco Mancebo.
Alguien nos dijo en la salida, Pujol y tú ya os vale todo tipo de carreras y de especialidades, lo que hacéis para seguir corriendo. Pues sí, tenía razón, mientras pueda, tenga ganas, fuerzas y me dé el dinero suficiente para vivir me valdrá cualquier especialidad encima de una bici. Ahora muchos ciclistas ya estamos con el culotte preparado, la maleta en una mano y el pasaporte en la otra, que de una semana para otra te llaman y te vas a correr el Tour de Ijen en Indonesia como Óscar Pujol, o te vas a China a empalmar dos o tres vueltas como Sobrino y De la Parte con el Tableware, o haces ciclocross o mountain bike.
De hecho al día siguiente de correr la Navaluenga MTB, cambiamos a la bicicleta de carretera para ir a hacer un homenaje a los tristemente fallecidos Miguel Fraile y Carlos Botellas en Laguna de Duero en la tradicional carrera del pavo. Típico circuito de ida y vuelta y no menos típico calentón para el pecho que nos dimos. Eso sí, fue la primera vez que corrimos juntos toda la grupeta de modo “oficial”. Desde el juvenil (Dani) hasta el mayor (Pujol) con Araque, Noel, los locales Guinea y Grijalba, ex-ciclistas como Fran o Nacho o servidor.
Y todo esto lo hacemos porque seguimos entrenando, y pasando mucho frío, porque una de esas llamadas se produjo hace un par de semanas. Y es que voy a tener el privilegio de ponerme por primera vez en mi vida un dorsal en enero. Nos cruzaremos el charco, para disputar la siempre temida Vuelta al Táchira en Bicicleta en Venezuela y con el grandísimo aliciente de compartir equipo (por primera vez) con dos de mis mejores amigos, con los que llevo compartiendo kilómetros y kilómetros de carretera desde hace tantos años. Pero eso es otra historia que dejaremos para Enero. De momento, pasad unos buenos días y comed mucho turrón. Otros celebraremos el Año Nuevo en la carretera…y es que ya se sabe…1 año o 12 meses o 365 días disponibles…