Como en toda serie televisiva que se tercie, los giros inesperados de guión suele ser una de sus notas predominantes. Eso también sucede, por supuesto, en ese medio culebrón-medio reality show que es “La Vida de Cavendish”.

Los antecedentes los sabemos todos, pero bueno, siempre puede quedar alguien que estuvo en Marte el último lustro o que no sepa quien es Cavendish. Hay gente para todo. En la primera temporada de este culebrón-reality, vimos como Mark Cavendish iba creciendo en las faldas de Bob Stapleton mientras por otro lado se proclamaba Campeón del Mundo de Madison (2005 y 2008) haciendo pareja con Rob Hayles y Bradley Wiggins.

En la siguiente temporada, entre los años 2008 y 2011, Mark Cavendish sigue su imparable evolución. Convirtiendose en el sprinter más dominante del pelotón mundial, victorias en Milan – San Remo, primer británico en ganar el maillot verde del Tour de Francia, 20 etapas incluidas y multitud de victorias parciales, entre sus logros.

Como en toda serie que se precie, debía hacer su aparición en escena un archienemigo íntimo. Este no es otro que Andre Greipel, al cual llego a vetar cuando compartían equipo. Esta segunda temporada acaba con la desaparición de su equipo, el Columbia y el consiguiente fichaje por Team Sky, cumpliéndose uno de los sueños (quien sabe si húmedos) de Brailsford desde que Sky pasó a la carretera. En el season finale pudimos ver su victoria en Copenhague, enfundándose el arcoíris ante el majestuoso trabajo de la selección British. Todo parecía ser vino y rosas en Casa Sky.

“Con lo bien que iba todo a finales del año pasado”

En esta última temporada, la de este 2012, lo que parecía ser el summun del ciclismo británico en general y de Cavendish en particular, corriendo en el equipo local y compartiendo loas y alabanzas junto a Bradley Wiggins, se ha convertido en un giro al infierno. Un camino que se culminó en el Tour de Francia, cuando el equipo se volcó en Bradley Wiggins buscando subir a lo más alto en París, dejando semi-abandonado de la mano de Dios a nuestro protagonista.

Así que Cavendish tuvo que buscarse las habichuelas en las llegadas masivas mientras que su archienemigo tenía a su disposición un treno perfecto. Pese a ello, hubieron momentos dulces, con tres victorias cual llanero solitario o lanzado por el líder máximo del equipo y de la carrera. Pero también hubieron momentos amargos, derrotado por Greipel e incluso con caída, con más dolor en su enrome ego que dolencia física como tal. Caída que hizo que hasta la madre de su hija levantase la voz en twitter ante éste abandono hacía el Campeón del Mundo.

El final de temporada, está siendo de lo más interesante. Mark Cavendish, con dos años más de contrato en Team Sky parece que no aguanta más. Que no todo son 2 millones de libras al año (según BBC). Que quiere un equipo a su disposición y no tener que compartirlo. Echa de menos su antiguo treno en High Road (y sus múltiples denominaciones) e incluso el de Copenhaguen con la selección, con los que con muchos componentes comparte equipo.

Dave Brailsford, comandante en jefe, más preocupado por las victorias generales que por las parciales, ya dijo en Julio que quizá Sky no sea la mejor casa para Cavendish. Todo se podría resolver como buenos amigos. Rompiendo el contrato que les une para que el de la Isla de Man se buscase nuevo acomodo. Pero ahh, amigo. Si esto fuera tan sencillo, no estaríamos hablando de una de las mejores series de la parrilla ciclista.

“Wiggins & Cavendish. Demasiados gallos en el corral Sky”

Por supuesto, en Team Sky no están por la labor de soltar gratis a uno de los dos mejores sprinters del mundo. Quieren una compensación económica, tal como ellos pagaron en el 2010 a Garmin para poder llevarse a Bradley Wiggins. Se rumorea que estarían dispuestos a liberarlo por un millón de libras.

Teniendo en cuanta que los presupuestos de los equipos Wolrd Tour suelen estar entre los 10-15 millones de euros, estaríamos hablando de pagar alrededor del 10-15% del presupuesto (excluyendo ingeniería contable) por fichar a Mad Max. Sueldo aparte, claro. Sólo tres equipos parecen poder moverse dentro de esas cantidades: BMC, Katusha y Omega Pharma Quick Step. Los rusos ya han insinuado que les parece mucho dinero.

Los últimos episodios están siendo bastante clarificadores. Mark Cavendish lleva seis semanas sin hablar con nadie del equipo. Mientras que no hace ni dos semanas, el cabeza visible y nuevo héroe nacional, Bradley Wiggins, dio un serio aviso a navegantes: “Cavendish debería abandonar el equipo por el bien de su carrera”. Veremos como acaba esta tercera temporada de “La vida de Cavendish”. Y por encima de todo, que nos deparará la cuarta temporada. Cualquier cosa es posible.