Muchos se han retirado. Del Xacobeo – Galicia de 2010 pocos corredores quedan en activo. Los errores de unos y la crisis, la falta de patrocinadores dispuestos a utilizar el ciclismo como vehículo publicitario, mató un proyecto lleno de ilusión. Solo Delio Fernández (Onda – Boavista), Vladimir Isaychev (Katusha), Nélson Oliveira (Radioshack – Nissan), Francisco José Pacheco (Gios Deyser – Leon Kastro), Pablo Torres, que fue stagiare con el equipo, y que ahora corre para Burgos BH – Castilla y Leon, Marcos García (Caja Rural) y Gustavo César Veloso (Andalucía) siguen compitiendo entre todos los ciclistas que formaron parte del equipo gallego aquel año.

La Vuelta, para Gustavo y Marcos, es importante. Especial. Con mucho significado. Para el primero, por suponer el retorno a una carrera que le dio mucho, pero que también, por errores de terceros, le quitó casi todo. Le ha costado volver en condiciones. Un año parado se ha notado, pero lo intentará, sobre todo a partir de hoy. ‘Esta Vuelta es algo espectacular y diferente, sobre todo por las etapas gallegas. Casi una cuarta parte de la carrera será en Galicia’, nos decía en la salida de la segunda etapa, en Oyón, mientras en el autobús de Andalucía le esperaban para la charla. Es el capitán en ruta del equipo, el más experto, el que mejor palmarés tiene.

Gustavo Cesar Veloso Andalucia

El papel de García -que corre para un equipo que vuelve tras 23 años- es diferente; ‘entre David De la Fuente, Antonio Piedra, Hernani Broco y André Cardoso queremos hacer un buen papel por el equipo, sabemos la importancia que tiene la carrera’. Importante para el equipo, sí, pero casi mucho más para el madrileño, que vio como, al igual que a Veloso, en 2010 se le iba el tren. La decisión de García, que ahora suena por la fogosa celebración de su cuarto puesto en Valdezcaray, fue diferente a la del gallego. Estuvo de recalificarse con Supermercados Froiz a fichar por el KTM-Murcia y tras los nacionales firmó por Caja Rural. ‘Fue dar un paso hacia delante cuando estaba dando un paso atrás. El año pasado lo pasé mal’, nos comenta a la vez que afirma que ahora ha encontrado la tranquilidad, buscando mientras buenos resultados.

Cada uno enfocó el fin de Xacobeo de manera diferente. César Veloso (Vilagarcía de Arousa – 1980) no encontró hueco en el profesionalismo. Ni dentro ni fuera de nuestras fronteras. Le ha costado ponerse a punto, pero piensa que ya lo está; ‘He hecho todo lo que estaba en mi mano, con concentraciones en altura y entrenando duro. Al final el trabajo va a salir’. No solo en lo físico, en lo mental, en lo psicológico, también ha tenido que trabajar mucho. ‘Cuando lo dejas estás a un buen nivel, y cuando vuelves si no te ves ahí, te cuesta. Las expectativas hacen que te pegues contra un muro’. La experiencia, circunstancia vital en su fichaje por Andalucía, es un grado, y para el gallego, en este caso, lo es todo.

Para Marcos García (San Martín de Valdeiglesias – 1986), más joven y con todo por hacer, fue un palo durísimo. ‘Me quedé en la calle’, cuenta con la rabia del que solo necesidad la oportunidad que da la continuidad. Iba por buen camino, ahora empieza a ver la luz; ‘me estoy encontrando bien y me gustaría algún día poder estar arriba’. Y vaya si lo logró; ese cómico cuarto puesto en la Estación de Valdezcaray es la mejor actuación de su equipo en lo que llevamos de Vuelta, y a pesar de lo ocurrido, se queda con las buenas sensaciones.

Y ahora, Galicia. ‘Me queda el sabor agrio’, dice Veloso, ‘de que es la primera Vuelta que voy a hacer sin los compañeros que tuve hace cuatro años’. Para él, más que para García si cabe, es una carrera con mucho significado. ‘Si consigo ganar una etapa, a quién se lo dedicaría sería a todos ellos’, dice, sabiendo que las oportunidades en la ronda española son muy pocas. Al de Caja Rural también le gusta el trazado por tierras gallegas, pero la etapa de la Bola del Mundo es, por proximidad, importante para él; ‘Es una etapa muy dura. Nosotros la hicimos durante la concentración en Navacerrada y es muy exigente. Creo que este día habrá un vuelco a la general’, dice consciente de que para brillar allí tendrá que buscar la fuga.

Esta Vuelta es especial para ambos. El retorno a los focos, a la luz que da volver a correr en lo más alto; una Gran Vuelta. Una vuelta al mejor ciclismo per se, pero también porque, a partir de hoy, correrán en casa aunque sea para un equipo andaluz y otro navarro.