Calculadora en mano los managers de los equipos tanto del World Tour como los que aspiran a una plaza echan cuentas. Puntos arriba, puntos abajo. Son la clave. Corredores que pueden dar la tan ansiada plaza son los más codiciados. El país, la procedencia e incluso la calidad quedan al margen. Lo importante es cuadrar los números para ocupar una plaza en la máxima categoría. El final de cada temporada es el momento álgido. Desde la apertura del mercado el 1 de agosto el movimiento es constante.
Son, evidentemente, ciclistas deseados. Los puntos adquiridos en el calendario valen su peso en oro. Ejemplos claros la pasada temporada. El culebrón del iraní Mehdi Sohrabi quien finalmente hizo conservar la plaza World Tour al Lotto-Belisol tras haber sonado, e incluso firmado, con Geox-TMC y AG2R-La Mondiale. El equipo francés se repuso fichando al esloveno Gregor Gazvoda, al ruso Boris Shpilevsky y al también iraní Amir Zargari. Cuatro claros ejemplos de la situación del máximo nivel del ciclismo mundial. Ciclistas que solucionaron el porvenir de dos equipos, su verdadero papel dentro de las estructuras.
Esta temporada el panorama es igual o incluso peor. Más equipos en la cuerda floja. El resultado es claro, los ciclistas con puntos son más caros. Representantes hacen su agosto con ciclistas de segunda o tercera fila que alcanzan cifras bastantes más superiores que la media del pelotón. Cuatro equipos en el punto de mira. AG2R-La Mondiale, Euskaltel-Euskadi, Saxo Bank-Tinkoff Bank y Vacansoleil-DCM. Cofidis, Europcar y Argos-Shimano aprietan desde abajo.
Tan importante es este trámite que la formación vasca ha tenido que reconsiderar su filosofía para poder seguir en la máxima categoría. Un nombre en la agenda. El esloveno Jure Kocjan del Team Type 1 suena con fuerza para reforzar la nueva estructura dirigida por Igor González de Galdeano. Un ciclista diferente a lo que se encuentra en el equipo, hombre rápido. Ganador de dos etapas en el pasado Tour du Limousin que queda libre después del cambio del proyecto del equipo estadounidense que sólo incluirá a ciclistas diabéticos a partir de la próxima temporada. No será el único, otros dos ciclistas pueden llegar para salvar el porvenir del equipo.
De los cuatro conjuntos, uno ha hecho los deberes. Vincent Lavenu se ha movido rápido incorporando al AG2R-La Mondiale a Carlos Betancur, Samuel Dumoulin, Davide Appollonio, Yahunei Hutarovich y Steve Chainel, faltando sólo la firma de Domenico Pozzovivo para apuntalar un proyecto que pese a perder a una de sus estrellas, Nicolas Roche, seguirá en el World Tour.
El irlandés ha puesto rumbo a otro de los equipos con problemas. El Saxo Bank-Tinkoff Bank sin poder sumar los puntos de Alberto Contador tiende de un hilo. De momento han dado dos pasos sólidos hacia su permanencia con la llegada del irlandés y sobretodo son el líder del ranking de Europa. El esloveno Marko Kump, ex Geox-TMC, fue su primer fichaje. Cinco triunfos en lo que va de año y otros tantos puestos de honor le han llevado a liderar claramente la clasificación del viejo continente.
Todavía restan varios meses de duras negociaciones. Los nombres están encima de la mesa. Dos por encima del resto. El inglés Jonathan Tiernan-Locke y el surafricano Reinardt Janse Van Rensburg tienen la llave del World Tour. El dúo más codiciado del ciclismo. Ambos pueden, directamente, elegir el equipo a donde quieren ir. Ofertas no faltan. Pero hay muchos más ciclistas codiciados. Desde el propio Danilo Di Luca pasando por Andre Schulze, Sergey Firsanov, Gediminas Bagdonas, Bob Jungels, Robert Vrecer, Marek Rutkiewicz, Daniele Colli, Laurent Pichon, Jan Barta o Hossein Alizadeh.
Muchos nombres, un único destino. La supervivencia en el World Tour está en juego. Ellos marcan el camino a seguir.