Aunque el adelanto de fechas de la Vuelta a España esté dejando en un tercer o cuarto plano la Volta a Portugal, la Grandissima conserva casi tanto o más interés que en ediciones anteriores. Y es que la prueba llega a su día de descanso más apretada que nunca. La clasificación general está tremendamente abierta y en los parciales tampoco ha habido un dominador: ningún ciclista ha logrado hasta ahora repetir triunfo.
Hace ya una semana que se dio el pistoletazo de salida a la cuarta grande con un prólogo de 2’2 kilómetros por las calles de Castelo Branco en el que se imponía una de las grandes revelaciones de la temporada: Reinardt Janse van Rensburg (MTN Qhubeka). Una victoria polémica, ya que el equipo de Hugo Sabido (LA Aluminios-Antarte) reclamó que era el vencedor del prólogo 2011 quien había sido el más rápido. Al final, los jueces declararon ganador al sudafricano, que proseguía con su magnífico año a la vez que se colocaba como primer líder.
Poco le duraría este privilegio, ya que en la primera etapa en línea tomaría el relevo su compatriota Jay Thompson (United Healthcare), al imponerse en solitario en la meta de Oliveira do Hospital en un final quebrado, clásico de esta carrera. Thompson era el único superviviente de la fuga que aguantaba el empuje del grupo de los mejores, entre los que de nuevo Hugo Sabido se destapaba como el más fuerte, aventajando en meta al resto de favoritos en 25 segundos.
Al día siguiente, nueva llegada rompepiernas, con una cota de 4ª categoría a 14 kilómetros de la llegada, en la que Francesco Lasca (Caja Rural) impedía el doblete de Janse van Rensburg en la meta de Trofa. Thompson mantenía el maillot sin complicaciones. Más le costaría el sábado. César Fonte (Efapel-Glassdrive) conseguía su primer triunfo del año y se quedaba a sólo 17 segundos de la camisola amarela. Fonte resolvía una fuga de 10 corredores por delante de Jean-Lou Paiani (Saur-Sojasun) y Duber Quinteo (Colombia-Coldeportes).
En la jornada siguiente llegaba la primera de los dos tradicionales finales en alto de la Grandissima. El final en Modim de Basto, santuario de Nostra Senhora da Graça. Se trata de una ascensión de 8 kilómetros y medio que ronda el 7’5% de pendiente media. La subida es bastante escalonada, juntando kilómetros que no alcanzan el 5% con rampas superiores al 13%. Las diferencias no son grandes, pero siempre se ven ataques que sirven para saciar esas ganas de batalla del aficionado. Y este año no iba a ser menos. 20 corredores entraron en 1 minuto. Y como ocurre casi siempre en la Volta a Portugal, un equipo por encima del resto. Exhibición total del Efapel-Glassdrive, que colocaba a sus tres bazas en los tres primeros puestos de la etapa. Rui Sousa, Sérgio Ribeiro y David Blanco, por ese orden, copaban el podio. Sólo David de la Cruz (Caja Rural) y Hugo Sabido eran capaces de seguir su ritmo, lo que convertía a este último en nuevo maillot amarillo de la prueba, tras perder el hasta entonces líder más de 12 minutos.
En la jornada que abría la que será la última semana de carrera, Sérgio Ribeiro, segundo el día anterior, se alzaba esta vez sí con la victoria, en un nuevo final complicado que eliminaba a los sprinters puros y dejaba el gran grupo en 40 unidades. En este caso era el que fuera primer líder de la prueba, el sudafricano Janse van Rensburg, quien volvía a encontrarse con el palo. Hugo Sabido defendía su maillot de líder entrando en meta 3º. La etapa de ayer cumplió el guión previsto. Terreno perfecto para eliminar a velocistas y suave para ver movimientos de los importantes. La fuga estaba abocada al éxito. El hawaiano de 39 años Jason McCartney (United Healthcare) se mostraba como el hombre más fuerte de la misma, y volvía a levantar los brazos casi 5 años después de que lo hiciera por última vez (Vuelta a España ’07). La general no sufre modificación alguna desde el fin de semana.
Lo que queda:
4 días para no perdérselos. Mañana un final entretenido diseñado para que triunfe una escapada en el que si los favoritos tienen ganas pueden abrirse diferencias. Y el domingo final llano en Lisboa. Paseo para el vencedor y última oportunidad para los sprinters. La mejor victoria. La que da más prestigio. La que demuestra que eres capaz de sobrevivir a la acumulación de esfuerzos. No es una llegada más. Pero entre estas dos etapas está el plato fuerte de la Grandissima.
El viernes es el gran día. La ascensión al Alto da Torre. El punto más alto de Portugal. Una subida absolutamente devastadora. Rampas del 10% que apenas se aprecian al observar el perfil, debido a sus 28 kilómetros de ascensión. Da tiempo a pasarlo mal, rehacerte, volver a pasarlo mal y volver a recuperarse para terminar luchando por la victoria. Por si eso fuera poco, la ausencia casi absoluta de vegetación provoca fuertes rachas de viento que dificultan aún más el avance. Para hacernos una idea de la magnitud del coloso del que hablamos, basta con dos datos. El primero son los tiempos de la etapa del año pasado: el 5º de la etapa entró a 1’47”. El 10º a 3 minutos y medio. Escandalosas diferencias. El otro dato, más indicador de lo que supone y representa que de lo que realmente es. La etapa con final en Torre siempre supera el 50% de share en televisión. En 2008 el pico máximo llegó al 71% de audiencia. Y es que si la Volta a Portugal en la Grandissima, el final en el Alto da Torre es su máximo estandarte.
Lo peor de todo para los ciclistas es que tendrán que doblar el esfuerzo. En Torre siempre están delante los mejores en la general, y esos mismos tendrán que hacer gala de una excelsa capacidad de recuperación para poder volver a dar el do de pecho al día siguiente. Una contrarreloj de 32 kilómetros que terminará de decidir quién se adjudica este año la cuarta grande.
Las ruedas a vigilar son las mismas que al principio de la prueba. Como hemos comentado anteriormente, apenas ha habido terreno para sacar diferencias. La clasificación general llega a la recta final de la prueba más apretada que nunca.
1 Hugo SABIDO — LA Alumínios-Antarte — 27horas 39minutos 26segundos
2 César FONTE Efapel/Glassdrive — +12″
3 Sérgio RIBEIRO — Efapel-Glassdrive — +38″
4 Rui SOUSA — Efapel-Glassdrive — +45″
5 David BLANCO — Efapel-Glassdrive — +51″
6 David DE LA CRUZ — Caja Rural — +57″
7 Brice FEILLU — Saur-Sojasun — +1’04”
8 Nuno RIBEIRO — Efapel-Glassdrive — +1’16”
9 Daniel SILVA — Onda — +1’18”
10 Edgar PINTO — LA Alumínios-Antarte — +1’21”
Cuatro hombres de Efapel-Glassdrive acechan el liderato de Hugo Sabido a menos de un minuto. Por debajo de esa referencia del minuto está también David de la Cruz, quien se mostró muy fuerte en Nostra Senhora da Graça. Brice Feillu (Saur-Sojasun) es el otro “no-cronner” que aspira a luchar por la camisola amarela. Y es que las diferencias que pueda hacer la CRI del sábado parecerán un juego de niños al lado de las que creará la llegada al Alto da Torre. Eso sí, antes deberán mostrarse como los mejores cuesta arriba, porque si no la contrarreloj sí dicatará sentencia en su contra. Fuera del Top10, no podemos obviar a hombres como Darwin Atapuma (Colombia-Coldeportes), 12º a 1’27”, Nelson Vitorino (Carmin-Prio), 13º a 1’30”, o a su compañero Ricardo Mestre, 16º a 1’47”, vencedor de la ronda el año pasado. En definitiva, todo por decidir aún en la Grandissima.