La cuenta pendiente de Igor Antón con el ciclismo revivirá otra edición con la inminente disputa de la Vuelta 2012. Llega la carrera que lo encumbró como uno de los mejores escaladores, la que le ha dado más alegrías y también la que le ha enseñado la cara más amarga del deporte. Calidad sobre la bicicleta e infortunio -prácticamente a partes iguales- en la figura de Antón que busca dar un giro en su carrera en el mejor escenario, el lugar donde empezó todo.
El recorrido se adapta perfectamente a sus características. A penas 56km contra el crono, 40 individuales, y 6 finales en alto para un hombre que es todo versatilidad cuando la carretera se empina, recordemos vencedor desde Valdepeñas de Jaén hasta Monte Zoncolan. Contará con la motivación extra que supone el retorno por segundo año consecutivo de la carrera a Euskadi para las etapas menos propicias (Arrate y Valdezcaray) y con sus aptitudes para el resto de finales en alto. Partirá además con la tranquilidad que supone la confirmación de la continuidad del proyecto deportivo de Euskaltel, aunque no deberá descuidar los puntos de mérito de cara al otoño.
Su aproximación está marcada por una caída y posterior fractura de clavícula en Lieja. Estuvo fuera más de dos meses y desde entonces escasos 20 días de competición lo avalan, menos que el resto de favoritos. Un arma de doble filo si tenemos en cuenta que el resto de aspirantes -sin tener en cuenta a Alberto Contador- vienen de hacer Giro o Tour, y que en algunos casos -véase Froome- sin apenas descanso. En un test importante de cada mes de agosto para los que quieran aspirar al rojo en Madrid como es la Vuelta a Burgos superó a todos sus rivales inmediatos en competición en el final exigente de Lagunas de Neila. Un hilo de esperanza de cara a la salida de Pamplona.
Esperanza por tanto y motivación alrededor de la figura de Igor Antón cuando hasta el momento es casi una incógnita su rendimiento físico en 2012. De sonrisa inocente, casi infantil, en plena madurez como deportista (29 años) Igor Antón ya sabe lo que es superar a un Alberto Contador superlativo, lo hizo en una cima mítica del deporte en el Giro 2011; sabe lo que es ganar a Purito en un muro y lo que es vestir de Rojo en la Vuelta y perder esa condición por una caída. Sabe cambiar de rol si las cosas no funcionan y ganar exultante en su casa, en Bilbao en la pasada edición de la Vuelta. Pero quiere más, quiere recuperar sus piernas de 2010 y ganar su carrera, cambiar su destino de la mejor forma posible, quiere cambiar las lágrimas de impotencia por lágrimas de emoción.