La accidentada llegada a Middelburg en la primera etapa del Eneco Tour, disputada esta tarde en el noroeste neerlandés ha otorgado la victoria a Marcel Kittel (Argos – Shimano) por delante de Arnaud Démare (FDJ – Big Mat) y Taylor Phinney (BMC Racing) tras un gran trabajo en los últimos metros del equipos de Iwan Spekenbrink. El alemán se mostraba en la rueda de prensa “muy feliz por vencer en la primera carrera en la que competía desde el Tour, tras un sprint muy duro“, en la que también confesó “su enfado tras las circunstancias que vivió allí, aunque contento por haber dado la vuelta a la situación“.
Pese a que el restringido recorrido propio del Benelux da opciones casi únicamente a rodadores y hombres rápidos durante toda la semana de competición, el principal foco de atención en la línea de salida era un escalador. Alberto Contador reaparecía exactamente seis meses después de confirmarse su sanción por su positivo por clembuterol en el Tour de Francia de 2010, con el objetivo de preparar la próxima Vuelta a España con los necesarios kilómetros de competición. Un estreno que, más allá de lo poco que ha podido aportar el pinteño en las carreteras neerlandesas, ha mostrado un Saxo Bank-Tinkoff Bank con una implicación en pos de un bien común desconocida en lo que va de temporada. Una declaración de intenciones desde la primera pedalada.
Y si hablamos de la carrera, Contador no pudo haber elegido unos 120 kilómetros mejores con los que alcanzar ritmo de competición de cara a la Vuelta y recuperar los automatismos del pelotón. Staf Scheirlinckx (Accent Jobs – Willems Verandas) y Pablo Urtasun (Euskaltel – Euskadi) se fugaban de inicio ante la permisividad del pelotón. Pese al viento de cara y el ritmo cansino que llevaban la pareja de valientes, la ventaja de ambos subió hasta los ocho minutos sin excesivos problemas y se mantuvo así hasta el acercamiento al paso por Oosterscheldekering.
Ese nombre tan rimbonbante se corresponde al dique más grande de los trece construidos mediante el “Plan Delta”, para controlar las inundaciones que tanto asolaban la costa holandesa; ahora mismo considerado como una de las siete maravillas del mundo moderno por la ASCE. Nueve kilómetros de viento de costado que encendieron las alarmas en un grupo principal en el que todos los equipos querían conseguir buenas posiciones para evitar cortes y abanicos. Esto acabó con todas las opciones de sus escapados, que en cuestión de 10 kilómetros vieron esfumarse la cómoda ventaja que tenían hasta el momento. El pelotón se encontraba de nuevo agrupado con 75 kilómetros por delante.
La marcha por el enorme paso marítimo no tuvo ninguna consecuencia para nadie en forma de cortes o caídas, pero lanzó la carrera definitivamente. Escuadras como Omega Pharma-Quick Step, Garmin-Sharp, Rabobank y Saxo Bank no dejaban en ningún momento decaer el ritmo, lo que unido al fuerte viento sufrido durante toda la jornada provocó que nadie intentara atacar al poderoso pelotón. Aún así, la carrera se desarrolló de forma tranquila para quienes iban a rueda, hasta el paso por Shelpweg, de nuevo junto al mar y con viento de costado. Garmin-Sharp subió un punto la velocidad y los cortes se multiplicaron durante varios kilómetros, aunque una vez los ciclistas avanzaron hacia el interior, el ritmo decreció, el grupo se reunificó y llegó el primer movimiento tras 50 kilómetros por parte de Tim Declercq (Topsport Vlaanderen – Mercator), quien tuvo que claudicar por falta de apoyo. Restaban 15 kilómetros para el final.

Desde el Tour de San Luis en enero, no veíamos esta imagen. Contador en competición / Foto: © Sirotti
La volatta estaba cantada, y varios equipos se turnaban en cabeza con un ritmo que les llevara sin sustos hasta Middelberg, para disputar el sprint. Primero los hombres de Lefevere, y a continuación BMC Racing tomaron el peso de la carrera, aguantando como podían la presión cada vez mayor ejercida por el resto de escuadras. Además, el caos de corredores solitarios que tiraban tras haber perdido a su líder iba en aumento, de modo que finalmente una rotonda puso la puntilla a grupo tan desorganizado que no podía tener otro final: una caída en los primeros puestos a falta de dos kilómetros que se cobró las opciones de muchos favoritos al parcial de hoy.
Sin embargo, no todos tuvieron motivos para quejarse de la desgracia acaecida en el grupo. Los “mulos de carga” de Argos-Shimano estiraban sin oposición un grupo totalmente carente de trenos y dominaron a su antojo hasta el final. El intento desesperado de Sep Vanmarcke (Garmin – Sharp) no puso nervioso a Kittel, que arrancó con clara ventaja sobre todos sus rivales salvo Démare, quien había tomado la rueda del teutón con comodidad. Sin embargo, la promesa francesa parece haber perdido la frescura que demostró a principio de temporada, y ni siquiera pudo mostrar su rueda al ciclista de Arnstadt, que conseguía el primer maillot blanco de líder y la octava victoria de la campaña, sumando así hasta la mitad de las obtenidas por la escuadra oranje.
El menú para mañana nos trae uno de los días decisivos de la carrera, con la CRE de 18 kilómetros por los alrededores de Sittard, que establecerá las primeras diferencias que otorgarán a cada equipo su rol durante los próximos días.
Clasificación de la etapa. Top 10:
- Marcel Kittel (Argos – Shimano) en 5h38’28”
- Arnaud Démare (FDJ – Big Mat)
- Taylor Phinney (BMC Racing)
- Heinrich Haussler (Garmin – Sharp)
- Adam Blythe (BMC Racing)
- Michael van Staeyen (Topsport Vlaanderen – Mercator)
- José Joaquín Rojas (Movistar Team)
- Frederique Robert (Lotto – Belisol)
- Jacopo Guarnieri (Astana)
- Giacomo Nizzolo (Radioshack – Nissan)
Clasificación general (tras una etapa). Top 10:
- Marcel Kittel (Argos – Shimano) en 5h38’18”
- Arnaud Démare (FDJ – Big Mat) a 4″
- Taylor Phinney (BMC Racing) a 6″
- Aidis Kruopis (Orica – GreenEdge) a 6″
- Francisco Ventoso (Movistar Team) a 7″
- Wouter Mol (Vacansoleil – DCM) a 8″
- Luke Rowe (Sky Professional Cycling) a 8″
- Robert Wagner (Radioshack – Nissan) a 9″
- Matteo Montaguti (AG2R – La Mondiale) a 9″
- Heinrich Haussler (Garmin – Sharp) a 10″