Era un secreto a voces desde hace meses: Vincenzo Nibali no iba a continuar en la Liquigas y Astana era su destino. Poco tiempo estuvo deshojando la margarita el siciliano, ya que pocos eran los equipos que podían aspirar a incluirle en sus filas. Astana y BMC, BMC y Astana, ambos ofrecían cifras mareantes, pero lo Squalo dello Stretto se ha acabado decidiendo por la formación kazaja, que desde la salida de Alberto Contador a finales de 2010 no ha podido encontrar en Kreuziger y Kiserlovski la alternativa para competir en las grandes vueltas más allá del Top10 conseguido por Brajkovic en el Tour’12.
Junto a Nibali vestirán también de azul celeste el año que viene (durante un total de tres) dos hombres de su entera confianza como Valerio Agnoli y Alessandro Vanotti, que darán al sector italiano comandado por Martinelli un peso específico en el equipo superior al que pueda tener el sector kazajo tras la retirada de Alexandre Vinokourov tras su victoria en la prueba en ruta de los JJOO de Londres’12. Nibali llega a Astana a punto de cumplir 28 años con la etiqueta de ser una gran baza en el presente que aspira a convertirse en el gran vueltómano del futuro inmediato tras haber ganado la Vuelta’10 y haber subido al podio en el Giro’11 y el Tour’12. Con su llegada el que se queda con pie y medio fuera del equipo es Roman Kreuziger, que vuelve a ver cómo el italiano vuelve a cruzarse en su carrera.
El encargado de hacer pública la noticia ha sido Allen Chayzhunusov desde el portal kazajo vesti.kz en una entrevista en que también han aparecido los nombres de los hermanos Schleck con el escueto comentario de “En cuanto haya nuevas noticias las haremos llegar”.
Algo menos ruidoso ha sido el fichaje de Nicolas Roche por Saxo Bank – Tinkoff Bank. Los rumores empezaron hace escasas semanas, pero en cuanto se ha abierto la veda se ha hecho oficial. Éste es un fichaje inusual en los tiempos que corren, al hacerse Bjarne Riis con los servicios de un gran corredor que no acaba de explotar pero sin apenas puntos en el Ranking de Mérito, en el que el equipo danés tendrá serios problemas para encontrar un hueco si no llegan más fichajes ya que, recordemos, los puntos de Contador no contarán hasta dos años después de su sanción.
Precisamente el español es el mayor beneficiado de la llegada del corredor irlandés de raíces francesas, ya que se asegura un gregario de primerísima fila que dará un enorme salto de calidad al equipo, tanto cuando le toque apoyar al madrileño como cuando le toque ser el jefe de filas del equipo en una grande, en las que hasta el momento cosecha un 7º y un 13º en la Vuelta y un 14º y un 12º en el Tour.
Así lo ve el manager danés Bjarne Riis: “Le he seguido la pista desde hace un tiempo. Aportará fortaleza al equipo durante toda la temporada”, a lo que añade “Estoy seguro de que Nicolas será un corredor importante para nosotros, tanto cuando ayude a Alberto a ganar GTs como cuando vaya a conseguir resultados para sí mismo”. Sin duda un grandísimo movimiento que podría verse reforzado con un buen final de temporada que reportase un buen puñado de puntos a Roche.