Una de las series de moda dice que en todos los grupos hay 6 tipos de personas: “el líder, el guapo, el listo, el imprescindible, el que sería el líder si no estuviera el líder y la chica”. Un pelotón no es un grupo de amigos, pero en algo se parece. Está el líder. Al que todos siguen; al que todos quieren. También el imprescindible. Si no está no pasa nada. Se le espera hasta que llegue. Pero sin él no se puede seguir. El listo. Después de lo de hoy, sobra decir porqué es él. El papel de la chica lo supliría el nuevo. El que sería el líder si el líder no estuviera quizá pronto se canse de su papel. Ojalá. Sería lo mejor para el resto, aunque podría destrozar el “grupo de amigos”. Y luego podemos añadir el toque nacional con el repetidor. Se le echará de menos cuando por fin pase de curso. Y es que 17 días después de que todo empezara en Lieja, el Tour ya es como una gran familia.

El dato

Desde hace varios años hay dos fechas marcadas en rojo durante la disputa del Tour de Francia. El 14 de julio, fiesta nacional francesa. El 16 de julio es la otra. Hoy se cumplía el aniversario del nacimiento de uno de los mejores ciclistas españoles de todos los tiempos (el que suscribe siempre rendirá pleitesía a Don Luis Ocaña). Hace exactamente 48 años nacía en Villava, una pequeña ciudad navarra que ronda los 10.000 habitantes, Miguel Induráin Larraya. Empezó a correr a los 10 años y el resto ya lo sabemos. Felicidades Miguelón.

La fuga

De nivel. De mucho nivel. 3 de los 5 iniciales sabían ya lo que era levantar los brazos en el Tour. 7 etapas en total. 3 para Thomas Voeckler (Team Europcar) y otras tantas para Pierrick Fedrigo (FdJ-Big Mat), que hoy conseguiría su cuarto parcial. El otro lo aportaba el canijo del pelotón. 27 triunfos profesionales concentrados en los 159 centímetros de Samuel Dumoulin (Cofidis). Completaban la avanzadilla Dries Devenyns (Omega Pharma-Quick Step), uno de esos corredores a los que el palmarés no hace justicia, y Christian Vande Velde (Garmin-Sharp), dos veces Top10 de la Grand Boucle. Y cuando todo parecía cerrado se les unió otro ganador de etapa. Se sumaba a la fiesta Nicki Sorensen (Saxo Bank-Tinkoff Bank). 4 de 6. Un 66’6% de triunfadores. Con gente así, estaban condenados a llegar. La proporción sabía a éxito.

La imagen

Aunque en un día con victoria de Pierrick Fedrigo bien podríamos destinar este apartado a un dibujo de una nariz, en este caso preferimos algo más… bueno menos… qué difícil calificarlo. Elijan ustedes el adjetivo. Lo que es evidente es que la foto refleja a las mil maravillas el nivel de trascendencia que Peter Sagan ha alcanzado. Como si de una estrella del rock se tratase, varias jóvenes aficionadas le esperaban a la salida del autobús para conseguir su autógrafo. La peculiaridad es dónde lo querían. Tampoco se ve al maillot verde del Tour especialmente preocupado por la situación.

El tweet

El mensaje de menos de 140 caracteres de la jornada corre hoy por cuenta de @Vaughters. Simple. Sencillo. Conciso. Con lenguaje claro. No da lugar a error. Aunque al principio se mostrase dubitativo, no podía contener la alegría.

“¿Tengo permiso para utilizar la palabra que empieza por “C” ? No sobre nadie. Simplemente en general.

“Bien, voy a decirlo: ¡De regreso! Estamos de vuelta

Y nosotros nos alegramos. Sobre todo por Tyler Farrar, el farolillo rojo del Tour. Vale que el sprint no ha sido precisamente el más intenso del año, pero menos es nada. Ahora, a confirmar el regreso.