Vale! Hoy prometo no hablar de cascos, que hay otras cosas de las que hacerlo. El problema es que esa cosa se llama Peter Sagan y ya no hay calificativos para definirle. Los que había se han agotado o se han quedado cortos. Habrá que quedarse con la definición de @JaviCuervoL: “Peter Sagan, el asesino de adjetivos”. Esta vez, además de dar otra exhibición de potencia terminal, dio buen uso a su genial manejo de la bicicleta, mientras medio pelotón se iba al suelo y el otro medio viajaba atenazado por la tensión. Pero el Bicho no se cae. Y es que a sus 22 años, el talento de Sagan va muy por delante de la evolución de su personalidad, todavía errática. Tan pronto muestra una timidez lacónica como aparecen brotes de megalomanía en sus celebraciones, aliñados con críticas ni más ni menos que a la todopoderosa organización del Tour por su gestión del tráfico motorizado en la carrera. En todo caso, se lo puede permitir.

El dato

Se podría rellenar el párrafo entero con recórds batidos por el genio eslovaco, pero hay otro dato que llama la atención. En un día de altísima tensión, serrucho constante en los últimos 40 kilómetros dispuestos en zig-zag para pasar por todos los repechos habidos y por haber en el Norte de Francia, las caídas tomaron el protagonismo, provocando los dos primeros abandonos de la carrera y diezmando seriamente el pelotón. Lo curioso es que @janibrajkovic, uno de los pupas del año pasado, se vio involucrado en hasta tres de esas caídas pero consiguió llegar a meta con el primer grupo. Otros como Danielson, Dan Martin, Voeckler o Cobo no tuvieron tanta suerte.

La fuga

Esta sección está pensada para que los más anónimos del pelotón se vayan turnando en su protagonismo y así poder hablar un poco de varios de ellos, pero parece que @MichaelMorkov (sí, hoy regresó a Twitter tras dos años de tenerlo abandonado, así que se le puede citar con la arroba) no lo ve de este modo. En su empeño por lucir el maillot a puntos, todavía no se ha perdido una escapada en este Tour. Desde aquí le maldigo en nombre de Giovanni Bernaudeau, que hoy iba a ser el protagonista como hijísimo que es de su padre y director (que hoy se emocionaba desde el coche viéndolo en fuga, antes que quedara descolgado al primer ataque). ¿Estaría en el Tour si no lo fuese?

La foto

La imagen de la jornada, cortesía de @rorymasini, se comenta sola. Con el tubular en este estado llegó @VincenzoNibali a meta.

El tweet

Pese a su insistencia en que los cascos protagonizen esta sección -la verdad es que la comparación de los @TeamSky con Bob the Builder podía hacer merecedor a Scott Sunderland (@triplesmc) de otro tweet del día-, no le daremos a @arabadan este placer.

Metáfora ajedrecista

Buena frase, un poco a lo Dee Barksdale en The Wire. Veremos si tiene razón.