“Sé que puede cambiar mi vida el sábado. Puedo cambiar mi temporada, marcar un antes y un después en mi carrera y obtener mi mejor resultado hasta la fecha en sólo 10 minutos de carrera. Eso es una motivación extra para mí” afirmaba rotundamente Taylor Phinney a Daniel Benson en una entrevista en Cyclingnews. Los 8.700 metros por las calles y alrededores de Herning eran el objetivo de la temporada. El premio una maglia rosa. Los focos y la atención del ciclismo centradas en una persona. La oportunidad de mostrar al mundo las cualidades de uno de los jóvenes que llegan pisando fuerte.

La contrarreloj de Herning no era una más, simplemente era la contrarreloj. Una cita marcada con una “x”. “He estado pensando en esto durante mucho tiempo, obtener la victoria y vestir el maillot de líder. Conseguir la maglia rosa es un sueño hecho realidad”. El americano se mostraba feliz en meta después de arrasar en la inauguración del Giro de Italia. “El reconocimiento ha sido clave, realice el trazado unas diez veces”. Sobra decir que sabía de memoria el recorrido. Durante la semana utilizó la red social Twitter para hacer ver al resto la mentalidad, predisposición y motivación que tenía para la cita de ayer. “Left, left, left, right, right, right, left, left, right, hard right, right, left, left-right, right, left-right, right, right. #memorized” escribía. El trazado danés curva a curva.

Sueño hecho realidad en Herning / Foto Sirotti (c)

Sólo faltaba salir y rematar. “Tenía la conciencia que podía hacer algo especial, pero tuve que salir y hacerlo. Sabía que tenía que guardar algo para los últimos tres kilómetros ya que era la parte más difícil”. “Ya en el calentamiento las sensaciones eran muy buenas”. Diez minutos y veintiséis segundos han valido para cumplir los pronósticos. La media superior a cincuenta kilómetros por hora demostró la superioridad de Capitán América. Derrotó a los rivales que señaló de antemano. Geraint Thomas (Team Sky) y Alex Rasmussen (Garmin-Barracuda) no pudieron hacer nada frente a la superioridad del ciclista del BMC.

Taylor Phinney se convirtió en el octavo estadounidense en ganar etapa en el Giro y tercero en portar la maglia rosa tras Christian Vande Velde (2008) y Andy Hampsten (1988) en sus 95 años de historia. El objetivo ahora es “ir día a día, pero me gustaría conservar el liderato hasta la llegada a Verona. Vestirlo en Italia sería muy especial”. Objetivo alcanzable. Las distancias creadas respecto a los sprinters –el primero es Tyler Farrar a treinta y seis segundos- hacen que salvo algún contratiempo o situaciones que impidan los sprints masivos en ambas etapas en Dinamarca pueda salir con la maglia rosa en la ciudad de Romeo y Julieta. Allí se batirá junto a sus compañeros contra Garmin-Barracuda y Orica-GreenEDGE, los dos equipos que presumiblemente serán los más fuertes en la contrarreloj por equipos. La victoria obtenida por el BMC en el Giro del Trentino será una motivación más para la defensa del jersey de líder.