Si hay un equipo que debería tener las cosas claras en este tipo de pruebas tan especiales como las de las Ardenas, ése es Euskaltel. Y, sin embargo, la alineación que presentó el equipo naranja en la línea de salida de Charleroi desconcertó a propios y extraños. Principalmente porque su mejor corredor para estas carreras no estaba presente.

Y es que Samuel Sánchez se quedó viendo la Flecha Valona por la tele. El asturiano, que durante los últimos años ha sido la gran baza del equipo vasco para pelear las clásicas –y que viene de ganar la Itzulia-, se quedó en casa tras disputar el pasado domingo la Amstel Gold Race. Parece que, tras la infausta experiencia en Huy, el campeón olímpico estará de nuevo en Lieja.

Una decisión, la de no ir a Flecha Valona, que viene a ser prácticamente un tiro en el pie para Euskaltel. A diferencia de Samu, que ya ha demostrado en muchas ocasiones su capacidad para estar delante en los muros, el jefe de filas único fue Igor Antón. Ciclista al que, por cierto, este año apenas se le ha visto salvo en la Clásica de la Primavera, donde subió al podio en tercer lugar. El asturiano, por el contrario, ya ha cosechado cuatro victorias en este año 2012: general y dos etapas en País Vasco y un parcial en la Volta. Ya lleva las mismas que en todo el 2011.

Las diferencias de resultados son patentes. Samuel Sánchez fue el domingo séptimo en el Cauberg de Valkenburg. Euskaltel, además, tuvo a Pello Bilbao escapado y cierta presencia en carrera. En los momentos decisivos, mientras Samu progresaba en la parte delantera del grupo, hubo una caída ante sus narices que le separó de la cabeza. Si bien es cierto que venía desde muy atrás y por delante ya se estaba lanzando el sprint final, también es verdad que el asturiano iba en clara progresión. El resultado fue una plaza entre los diez primeros.

Por el contrario, en la Flecha Valona el equipo naranja fue prácticamente una formación fantasma. Y si bien es cierto que el año pasado Igor Antón se coló en la quinta plaza tras una gran progresión, esta vez el resultado fue bien distinto. El ciclista vasco se quedó clavado en el Mur de Huy y finalizó en un discreto decimoséptimo lugar. No es desde luego lo que se esperaba.

En lo que se refiere a la carrera del domingo, los resultados cosechados por ambos ciclistas hasta ahora tampoco son especialmente alentadores. Samuel fue décimo en 2008 y 2010. En ese mismo año, Antón se hizo con la séptima posición, pero el año pasado sólo logró acabar decimocuarto.

Salvo sorpresa mayúscula, los dos compartirán galones –si bien, por méritos y experiencia el asturiano será el jefe a priori con Antón en la recámara- en la Lieja-Bastogne-Lieja, la última de las tres grandes pruebas de las Ardenas. Con la llegada de Samuel, Euskaltel gana una baza fija para el final de la carrera, sobre todo teniendo en cuenta que se trata de un recorrido mucho más largo que el de la Flecha y, por tanto, más selectivo y apto para hombres diésel y de fondo como el campeón olímpico. Un seguro de vida para la formación naranja en una carrera donde se citan siempre los mejores. Y Samuel pertenece a ese selecto grupo. Así que tiene que estar.

Víctor Martín