Una cosa bien clara ha quedado después de la presentación del recorrido del Giro 2011, el ganador será un escalador. Nada más y nada menos que siete finales en alto incluida la cronoescalada a Nevegal. Montevergine di Mercogliano, Etna, Grossglockner, Monte Zoncolan, Val di Fassa Gardeccia, Macugnaga y Sestriere serán los otros finales en alto. En total serán 3.496 kilómetros los que tendrán que recorrer los afortunados que lleguen al Duomo de Milán, tan sólo cuatro kilómetros menos del máximo permitido por la UCI para las GT.


150 años después de la unificación de Italia, Turín, ciudad donde Victor Manuel II fue coronado rey de Italia, será el punto de partida de la corsa rosa con una contrarreloj por equipos de 21,5 kilómetros. La carrera tornará dirección sur con tres jornadas seguidas propicias para el sprint, con sendas llegadas en Parma y en las ciudades costeras de Ripallo y Livorno. Después de estas tres jornadas, llegará la primera etapa importante camino de Orvieto, donde en una jornada de media montaña aparecerá de nuevo el sterrato, con un tramo de 13 kilómetros dentro de los últimos 50 kilómetros de la etapa.

En la etapa 7ª aparecerá el primer contacto con la montaña con el final en Montevergine di Mercogliano tras una jornada corta, 100 kilómetros, y habiendo superado antes el Monte Taburno. Allí Damiano Cunego hizo su aparición en 2004, siendo uno de los puntos de inflexión en su victoria en la clasificación general.


La carrera cruzará el estrecho de Messina para asaltar el volcán más activo de Europa, el Etna. Serán dos veces las ascensiones que tendrán que realizar al coloso siciliano, la primera de 18 kilómetros al 6,1% y la otra de 19.4 kilómetros al 6,3% hasta el refugio de Sapienza, en una jornada con más de 3.000 metros de desnivel positivo. Tras la jornada del Etna, llegará el primer día de descanso para afrontar el traslado hasta Termoli.


Tras el descanso llegará una nueva jornada para los sprinters con el final en Téramo. Al día siguiente la media montaña será la protagonista con la etapa entre Tortoreto Lido y Casteldifardo, 160 kilómetros de continuo sube y baja con final en una de esas cotas que tanto gustan en Italia. La etapa siguiente será la última oportunidad para los ciclistas en el final en Ravenna. A partir de ahí, una continua sucesión de etapas de montaña y la contrarreloj final en Milán.

La caravana llega a los Dolomitas con la etapa final en el Grossglockner. Después de superar el Passo di Monte Croce Carnico, el Giro se adentra en Austria para encarar buen tercio de la etapa y el final en el Grossglockner, hasta el hotel Franz Joseph Hohe. Sin apenas descanso, la localidad de Lienz acoge la salida de la siguiente etapa con final en el Monte Zoncolan, una de las etapas reinas, porque lo que abundan en este edición son etapas fuera de categoría. Antes del temido Zoncolan, el Monte Crostis entrará en escena en el Giro con sus 14,5 kilómetros de longitud, una pendiente media del 9,8% con una máxima del 20%.


Después de una jornada maratoniana de 210 kilómetros, al día siguiente les espera otra etapa dolomita de 230 kilómetros con los pasos de Giau, cima Coppi de esta edición, la Marmolada y el final en Gardeccia Val di Fassa. Tras un nuevo etapón llegará el segundo día de descanso, antes de la cita con la cronoescalada en Nevegal y sus cuatro primero kilómetros por encima del 10% de media.


Las dos etapas siguientes se podrían catalogar de transición, pero siempre que existan dificultades deberán ser tenidas en cuenta. La primera de ellas con final en Sondrio será un maratón de 245 kilómetros con el Passo del Tonale y Aprica como citas destacadas. Al día siguiente les espera el Passo di Ganda y su largo descenso hacia meta antes de encarar las tres últimas etapas.

En Macunagna tendrán el penúltimo final en alto en una etapa de 211 kilómetros. Al día siguiente regresa el Colle delle Finestre y sus últimos 9 kilómetros sin asfaltar, donde Rujano y Simoni hicieron tambalearse a Paolo Salvodelli en el 2005, antes de afrontar la subida final a Sestriere donde los escaladores tendrán su última oportunidad antes de la llegada a Milán que cerrará la edición de 2011 con una contrarreloj de 32,8 kilómetros entre la Piazza del Castello y la Piazza del Duomo que cerrará el Giro y definirá la clasificación general.

Sin duda, una edición donde los puramente escaladores partirán con ventaja en un recorrido falto de contrarreloj individual.