Son los dos mejores clasicómanos de piedras de la última década. Dos grandes corredores, dos ciclistas que pasarán a la historia por muchos y grandes momentos. Dos hombres a los que, por su palmarés y por su forma de conseguir muchas victorias, la afición les guarda cariño, respeto y admiración. Tom Boonen y Fabian Cancellara tienen por delante una semana con -otras- dos grandes batallas; De Ronde van Vlaanderen y París-Roubaix. Dos compañeros, Xavi y Niko, argumentan en favor de cada uno de ellos quién es ‘el que manda’. Dos groupies defendiendo a sus corredores fetiche. ¡Preparaos!

Fabian Cancellara by Niko

Desde que en 2010 aplastase a Boonen de una manera tan gore que hasta circularon historias sobre presuntos motorcillos instalados en su bicicleta, el suizo ha sido constantemente el hombre más fuerte sobre el pavés de estas clásicas de principios de abril. Sólo tácticas de dudosa moralidad impidieron que volviera a consumar un doblete en la pasada temporada, y por su comienzo de la actual no podemos decir que haya aminorado su nivel. Volvió a ser el más fuerte en la Classicissima de este año, pero una vez más un corredor le levantó el triunfo en la línea de meta con unas tácticas tan legales como a la vez innobles.

Pero en De Ronde la cosa será diferente, y es que este año la carrera presenta un recorrido aún más duro que en ediciones anteriores, por lo que la lógica debería prevalecer y el hombre más fuerte -Espartaco- ganar la prueba. Otro punto a su favor será el equipo, y es que si el año pasado sus apoyo más claros fueron corredores del nivel de Klemme o Posthuma, para este Bruyneel ha captado el toque de atención del suizo y le ha suministrado un equipo de más garantías: un Bennati reconvertido a clasicómano, la joven promesa Gallopin o trotones del nivel de Rast o Roulston. Otro punto a su favor será el estado de pánico en el que entrará Tommeke cuando Fabian arranque el motor en los muros flamencos, y es que una cosa es ganar sprints de 50 corredores en Harelbeke o la Gent-Wevelgem y otra muy distinta enfrentarse cara a cara con Espartaco en un terreno en el que el suizo se sabe y se siente superior, y donde piensa reeditar su extraordinario triunfo de 2010.

Tom Boonen by Xavi

Boonen ha vuelto, de eso no hay duda, y además en su mejor versión, esa que hace pensar que puede empezar a igualar los récords gordos. Se le ha visto in crescendo durante toda la temporada, primero en Argentina, luego en Qatar, hace unas semanas en Paris-Nice y ahora en Flandes, quién iba a pensar que volvería a ganar al sprint. Porque llegadas las primeras clásicas ha vuelto a demostrar que aquellos sprints de principio de temporada no eran casualidad, se le ve realmente fuerte en las piedras como demostró en el gran fogonazo que nos regaló en el Taaienberg y seguro que ha aprendido del error del año pasado cuando lanzó a Cancellara. El año pasado mostrándose como el peor Boonen que se recuerda fue capaz de llegar al Bosberg en el grupo cabecero para jugarse la carrera, así que este año tendrán que pasar muchas cosas para darle por muerto, su orgullo continúa siendo uno de sus grandes valores. Ni cabe decir que en una llegada en grupo con 250km en las piernas pocos pueden hacerle sombra. Cancellara sin embargo no es el de hace dos años, ni mucho menos el del año pasado, pinchazos aparte las sensaciones que ha dado durante el pasado fin de semana no han sido para nada las mejores de cara a las grandes citas.

Pero por encima de todo algo hay una diferencia muy importante entre ambos, el equipo. Con Chavanel a la cabeza secundado por Terpstra y muy buena clase media, Omega Pharma – QuickStep presenta un bloque infinitamente superior al de RadioShack – Nissan, pudiendo jugar muchísimas cartas durante la carrera que liberen a Boonen de responsabilidad durante la carrera para poder jugar mejor sus cartas como ha venido pasado en el caso del francés desde que llegó al equipo belga.

Fabian Cancellara by Niko

Es cierto que hemos visto a un mejor Boonen este año despues de su nefasto 2011, pero una cosa es dar el callo en carreras por etapas y clásicas menores y otra muy diferente es un monumento de más de 250 kilómetros, que en el único que se ha disputado esta temporada el belga hizo aguas en el Poggio mientras que Cancellara fue el corredor más fuerte del día sin discusión alguna. Fogonazos en el Taaienberg son eso, la típica arrancada sin ton ni son que hace Boonen todos los años en ese muro y que no lleva a ninguna parte y que a Cancellara le preocupan lo mínimo. Y es que más que un Boonen de vuelta a su mejor nivel le hemos visto con una gran mejoría en el sprint, que unido a unas carreras bastante extrañas según lo que suelen ser las clásicas y un equipo muy potente capaz de controlarlas les ha permitido imponerse en ellas al sprint, pero habrá que ver cuál es su verdadero nivel cuando se disputen a cara de perro desde el kilómetro 200 en adelante.

Recordemos también que en la única carrera de piedras que se ha disputado de forma seria este año un joven de 23 años le ha pasado por encima al gran Boonen, porque tanto E3 como Gante han tenido desarrollos atípicos en los que tan bien como ha ganado el belga podrían haber ganado Freire o Sagan, y eso sin contar con que el propio Cancellara tuvo la mayor racha de mala suerte en una carrera que yo recuerde, siendo aún así capaz de llegar con el grupo delantero a la meta de Harelbeke y rompiendo la carrera con una facilidad inaudita en Gent-Wevelgem con el modo entrenamiento activado.

Dices que Cancellara no es el de años pasados, pero no veo ningun síntoma de que el suizo no vaya a estar como mínimo al nivel de los dos últimos años, que recordemos ha sido muy superior al desplegado por Tommeke en ese mismo periodo de tiempo. Es cierto que el equipo de este es superior al de Cancellara, pero desde luego esta diferencia es bastante escasa y no debería jugar un papel importante en la resolución de una carrera que va a ser un auténtico sálvese quien pueda con el cambio al nuevo recorrido. Y ojo con Bennati, un corredor muy infravalorado pero al que veo aguántandole la rueda perfectamente a cualquiera de los segundas espadas de Omega Pharma – QuickStep y rematando la faena en Oudenaarde.

En fin, que si el suizo no se deja llevar por arrebatos a un mundo de meta en plan él contra el mundo díficil que se le escape su segunda De Ronde.

Tom Boonen by Xavi

¿Realmente comparamos a Bennati con Terpstra, a Rast o Roulston con Maes o Steegmans y a Gallopin con Trentin? No sigas por ese camino que vas mal, porque además está Sylvain Chavanel. Omega Pharma – QuickStep tiene una infinidad de bazas con las que jugar tácticamente la carrera y llegan todos en un momento de forma espectacular, Boonen el primero.

Por su parte Cancellara también llega bien aunque ni de lejos como en 2010 y 2011, porque si analizamos la Classicissima desde la cima del Poggio su actuación tampoco es lo que se ha dado a entender. Coronan el Poggio con escasos segundos de diferencia y en la bajada arrancan hasta los 12”, algo que puede pasar cada año, lo que no es tan normal que ocurra es que alguien con ansias de megalómano eche por suelo todas sus opciones como hizo el suizo sabiendo que Gerrans tenía las de ganar en la llegada.

Y es que por mucho miedo que infunda Cancellara no es el de otros años, en el descenso tuvo un par de amagos de marcharse solo -que sí le hubieran dado la victoria- pero no fue capaz de dejar de rueda a Gerrans como hubiese hecho sin problemas durante los dos años anteriores, o en la Strade Bianche, donde quien más aguanta su ataque son Ballan e Iglinsky, o en el Oude Kwaremont durante el E3 Prijs de Harelbeke, su carrera fetiche, donde antes de sufrir el pinchazo -habiendo superado ya la parte más dura del muro- apenas había inquietado no ya a Boonen sino al resto de favoritos, mientras que la Gent-Wevelgem, éste se la tomó como un sprinter, que si se llegaba en grupo bien, y sino también.

Porque Tommeke pudo aguantar el Oude Kwaremont, pero en cambio Cancellara tuvo más problemas para seguir la rueda del ex-arcobaleno en el Taaienberg a pesar de estar cantado su ataque. Y si la ventaja del suizo está en el Oude Kwaremont, llegando al Paterberg es donde las opciones de Boonen crecen de forma exponencial, una ascensión de 350m donde tirar de potencia pura y dura. Si Cancellara todavía está con él esta vez no podrá arrancar en el llano y en la llegada no hay color, si en cambio no está junto a Tommeke, el flamenco saboreará los kilómetros hasta su tercera victoria en De Ronde que le haga igualar a unos tales Buysse, Magni, Leman y Museuuw.

Si corre con cabeza, muy mal tiene que darse la carrera para que no sea de Boonen.