¡Muy buenas!

Otra semana más ha pasado volando y ya estoy a punto de ponerme otra vez un dorsal, porque ayer competí en Zamora y hoy repetimos. La verdad es que es un placer el poder competir casi todas las semanas, es algo que a mí por lo menos me pide el cuerpo, correr, y no estarme más de un mes en casa entrenando como me pasó los últimos dos años…desde luego que no tienen punto de comparación, y no es que prefiera estar en amateur, pero la realidad de los equipos continentales en España pues es la que es… mala.

Estoy de buen humor porque terminé con los antibióticos que me tenían bastante débil durante las últimas dos semanas, y no sé si será debido al poder de la mente o no pero hoy ya me he levantado muchísimo mejor, ¡con más ganas y con unas ganas de bajar piñones y arrancar increíbles!

Y es que el pasado fin de semana en Aitzondo me quedé con un sabor de boca agridulce, ya que estuve a 10 metros de entrar en el corte bueno junto al ganador a la postre, Ibais Salas, en el puerto más duro del recorrido, y creo que ese puntito que me faltó fue debido a que no estaba a tope…pero tampoco estaba mal, porque he trabajado mucho este año para llegar bien, y aunque no me subiese el pulso y mi cuerpo siguiera “dormido” al final traté de darle vuelta a la situación y casi lo consigo.

El día no empezó bien ya que de salida no me entraba el plato y tuve que cambiar dos veces de bicicleta durante la primera hora de carrera, en la que estuve casi 15 kilómetros entre coches persiguiendo al pelotón…pero tuve paciencia y busqué pensamientos positivos, porque de no hacerlo creo que me hubiera venido abajo a las primeras de cambio tras las malas sensaciones de los días anteriores. En el vídeo de CiclismoTV, que están haciendo un trabajo sensacional, podéis ver algunas cosas que os cuento.

En el minuto 2:05 se ve cómo entro mal colocado al estrecho circuito tras los dos cambios de bici, en el 3:28 ya consigo pasar hacia delante y me escapo en el puerto de Aduna con varios corredores hasta que en el 4:10 me quedo a unos metros de el ganador a posteriori, Ibai Salas, subiendo el puerto de Alkiza, quedándome a dos aguas como se ve en el 5.07 hasta que soy neutralizado a falta de 12km para meta y ahí ya me puse a pensar en mi equipo para colocar bien a mi compañero Miguel Gómez en la llegada en el alto de Larraul, ya en el minuto 5.23

Al final lo dicho, sabor agridulce porque sé que si llego a estar como debería, habría aguantado y quizá habría luchado por la victoria final, aunque el ganador iba fortísimo y habría sido muy difícil batirle. Podéis ver algunas fotos en mi álbum en facebook.

Ayer en Zamora el cielo no pintaba bien y antes de salir se ha puesto a llover, lo que no me ha quitado las ganas que os dije que traía… así que a pesar de salir con el chubasquero para no quedarme helado en la neutralizada, me puse manos a la obra desde el primer kilómetro. Sin embargo, ahí me tenía que haber anticipado quitándome el chubasquero antes, porque empezó a soplar muchísimo aire frontal y se me empezó a llenar de aire, por lo que note que casi no avanzaba….¡y en cuanto lo hice fue como si me pusiesen un motor en la bici! La carrera salió rápida, con muchos cortes en los que mis compañeros del Supermercados Froiz se filtraban controlando la carrera, hasta que se hizo uno grande de casi 30 corredores y por detrás empezó a frenarse la carrera: el viento sobre todo frontal lo provocaba. Por delante parió que se entendían, y llevando yo 6 compañeros, tampoco me preocupe mucho, pero sí que seguía atento porque tenía claro que la carrera no estaba decidida. Unos kilómetros más adelante me metí en un corte de 4, y en el siguiente repecho nos cogieron otros 6 donde estaba Montenegro, que venía encendido y era uno de los favoritos en la salida, así que empezamos a pasar al relevo, en abanico como todo el día ya que el aire nunca dejaba de soplar, pero yo siempre vigilándole porque salía que pronto lo probaría. Así fue, llegó el primer puerto zamorano, de los que se bajan y luego se suben, y arrancó con todo, me torturó y si no llega a ser porque cogió a corredores de la escapada que le hicieron pararse un poco, no sé si le hubiera cogido… así que se hizo de nuevo otro corte de 6 corredores. Pasaron los kilómetros y ahí seguíamos encunetados, pasando al relevo porque no quedaba otro remedio, hasta que llegó el siguiente puerto…y otro ataque suyo, en el que de nuevo cogimos algún corredor y de los que íbamos nos quedamos 5… y llegó otro repecho y otro…ahí si que solo aguantamos 4 cuando ya teníamos a los 20 escapados que quedaban a menos de medio minuto… así que no tardamos mucho en cogerles. Al juntarnos, se paró la carrera, y empezaron los ataques, con un corte de 5 corredores donde iban dos de mis compañeros dándome tranquilidad…yo me limité a vigilar a los demás, pero la guerra se puso muy dura, con David Gutiérrez, Asier Maeztu, Iparaguirre, el propio Montenegro…se iba muy rápido y las “ostias” eran de mil duros, hasta que Víctor Martín dejó a los 4 escapados donde iban mis 2 compañeros, y por detrás se seleccionó más el grupo en el último puerto, quedando 12 corredores. De allí a meta fue una agonía…Bidelán empezó a meter cuneta y yo ya no iba tan bien, había gastado mucho, así que no pude entrar en su abanico, intenté formar otro con otros 5 corredores pero delante tiraban muy fuerte así que no pudimos volver a entrar…llegando a Zamora en un grupo para jugarnos el 8º, aunque finalmente hice 9º ya que los últimos kilómetros se me hicieron largos, ¡la remontada junto a Montenegro y aguantar su hachazos me habían dejado las patas tiesas! No es un mal resultado, pero para el equipo no ha sido buena carrera, ya que parecía que la teníamos controlada y al final…Individualmente creo que lo he hecho muy bien, ¡así que solo espero levantarme con fuerzas para volver a intentarlo y seguir dando guerra!

¡Un saludo a todos!