Tras cuatro años y algunos meses de vida ha acabado la aventura del proyecto iniciado en 2006, año en que un gallego, Óscar Pereiro, ganaba por primera vez el Tour de Francia, por la Xunta de Galicia que, apoyándose en la recién creada Fundación Ciclismo Galego, tenía como fin tener un equipo profesional gallego en la élite del ciclismo.

Los primeros pasos, tal vez los más difíciles, no tardaron en producirse, y de la mano del ex-jugador del Celta de Vigo Valery Karpin, en pleno apogeo de la burbuja inmobiliaria, mediante su empresa constructora Karpin, consiguió un patrocinador que podría darle el empujón que por aquel entonces la nueva estructura necesitaba. Conseguido el patrocinador principal, se consiguió también aportación económica por parte de la caja de ahorros gallega Caixanova, mientras que la Xunta aportó el capital restante necesario para que el equipo pudiese arrancar. Por último se llegó a un acuerdo con Álvaro Pino para que fuese el director general del equipo.

Todo estaba listo para poder empezar la siguiente temporada, la temporada 2007, dentro del pelotón bajo la denominación Karpin – Galicia, pero faltaban los ciclistas. Así que cumpliendo uno de los objetivos que se había propuesto la Fundación Ciclismo Galego, el equipo se compuso por ciclistas gallegos entre los que destacaban Gustavo César Veloso, Ezequiel Mosquera y Carlos Castaño, más algunos corredores de fuera de Galicia como David Herrero, Eladio Jiménez o Santos González que serían los que deberían aportar los resultados.

 

foto: xacobeogalicia.org

 

La planificación del equipo se ha ido repitiendo año tras año, una buena primavera en carreras españolas, tratando de brillar en Itzulia y la Volta, y con la invitación a la Vuelta prácticamente asegurada, intentar brillar allí al máximo.

El resultado de la primera temporada fue el correcto para una estructura recién creada. El inicio bueno con la segunda posición del ruso Vorgnaov en la Clásica de Almería (aunque por affairs de dopaje posteriormente se le concedería la primera posición), mientras que durante los meses de verano Eladio Jiménez cosechó grandes resultados en Portugal. Llegó Septiembre y con él el equipo se metió de lleno en la Vuelta a España, donde Ezequiel Mosquera asombró con una increíble quinta posición final.

Para la temporada 2008 el objetivo era simple: seguir creciendo. Y con la misma mentalidad, la gran mayoría de las incorporaciones eran jóvenes gallegos que iban destacando en categorías inferiores. Durante la primavera David Herrero consiguió una victoria en la Vuelta al País Vasco, Ezequiel Mosquera se llevó la Vuelta a Alcobendas y, por encima de todo, Gustavo César Veloso se alzó con el triunfo final en la Volta a Catalunya.

 

foto: voltacatalunya.cat

 

Todo marchaba viento en popa, pero la burbuja estalló en forma de petardazo de Karpin, que debiendo 2 millones de euros dejó tirado al equipo teniendo que acudir la Xunta al rescate mediante su marca Xacobeo, pasando el nombre del equipo a ser Xacobeo – Galicia. Lejos de lamentarse por la pérdida del patrocinador, el equipo cuajó otra sensacional Vuelta a España, donde Ezequiel Mosquera mejoró la quinta posición del año anterior quedando cuarto y David García Da Pena ganó la decimoquinta etapa en la localidad bierzal de Ponferrada.

 

foto: xacobeogalicia.org

 

El proyecto se había asentado, y casi sin cambios se inció la temporada 2009 con intención de mantener el trabajo realizado durante los años anteriores. David García Da Pena y David Herrero fueron los que dieron los triunfos al equipo en carreras de segundo nivel, y no fue hasta que Ezequiel Mosquera ganó la etapa en las Lagunas de Neila y consiguió la segunda posición general de la Vuelta a Burgos que los gallegos dieron muestras que volvían a la Vuelta con ganas de dar guerra. Y así fue, los tres tuvieron una buena actuación durante las tres semanas, pero fue Gustavo César Veloso quien saboreó la gloria al ganar en el Xorret de Catí, mientras que Ezequiel Mosquera volvía a quedarse muy cerca del podio, en quinta posición otra vez. Además los gallegos se llevaron la clasificación por equipos.

2010 y un proyecto perfectamente consolidado pero que tendría que encontrar un nuevo patrocinador, pues la Xunta había anunciado que sería el último año que asumiría íntegro el coste de sufragar el patrocinio de la fundación. Echando la vista atrás, hasta llegar a la Vuelta, el año del equipo gallego este año había sido de los más flojos, con una victoria, la de Francisco Pacheco en el Circuito de Getxo y con la segunda posición de la Vuelta a Burgos otra vez de Mosquera o de Marcos García en el GP Llodio. El equipo se presentaba a la Vuelta con la necesidad de brillar para atraer la atención de potenciales patrocinadores y para ello eligió a un grupo de ciclistas que llegó en un gran estado de forma. A la cabeza otra vez Ezequiel Mosquera, quien por fin consiguió una victoria de etapa -la recordada etapa de la Bola del Mundo- y la segunda posición de la general que le permitió entrar en el podio, rozando la victoria final; junto a él David García Da Pena cuajó también una gran Vuelta acabando en la decimoprimera posición, además de ciclistas como Gonzalo Rabuñal o Serafín Martínez que se dejaron ver mucho por las carreteras españolas.

 

foto: Graham Watson - biciciclismo.com

 

Había sido una Vuelta excelente y todas las partes se sentían optimistas para poder alcanzar un acuerdo que permitiese la continuidad del equipo profesional, aún sin Ezequiel Mosquera, que había confirmado un acuerdo con el conjunto holandés Vacansoleil. Pero el nuevo patrocinador no llegaba, el globo de la ilusión fue deshinchándose, los días pasaban sin que se llegase a un acuerdo, y la esperanza desaparecía. Y cuando ya todo parecía perdido, el equipo recibió la puntilla definitiva en forma de positivo de Ezequiel Mosquera y David García Da Pena durante la Vuelta.

Un final que, acabe como acabe, vista la trayectoria del equipo durante sus cuatro años de andadura ha sido muy cruel, que no merecía, y que no debería ensombrecer el trabajo que durante estos cuatro años ha realizado la estructura gallega.

Xavier Andrés