¡Hola a todos!

Como ya os dije si me veía medianamente bien, el pasado fin de semana la cita con la competición iba a ser doble, el sábado seguro en Camargo y el domingo según me viera el sábado en Olías de Rey, Toledo. Me presenté el sábado tras un largo viaje en Cantabria con la intención de salir tranquilo y esperar acontecimientos, y así fue, fui entrando en calor poco a poco y sin prisas porque no sabía cómo me iba a encontrar al haber empezado dos días antes con los antibióticos debido a la infección urinaria, que tras conversas con algunos compañeros de pelotón puede que haya sido debida al cambio de sillín (en mi caso en la bici de pista) ya que a dos de ellos les había pasado… y bueno, por lo menos me quedé más tranquilo conociendo una posible causa, y que los síntomas habían sido los mismos: dolor a la hora de mear y muy poco líquido… ¡con lo que yo bebo! Si estoy todo el día bebiendo agua, pues os podéis imaginar. En cuando me montaba en la bici, a sudar como un pollo.

Las carreras no estuvieron mal, de hecho me gustaron, aunque no estuviera para disputarlas, lo que me dio un poco de rabia. El sábado fuimos todo el día por una zona rompepiernas de las típicas del norte, con 5 puertos puntuables pero mil quinientos repechos más, y no es broma. Podéis ver en la gráfica que hay multitud de picos en la línea amarilla (la de la potencia) y la diferencia final entre potencia media y normalizada es de 253- 305watios, por lo que se ve que hubo bastantes momentos de no pedalear pero también otros muchos en los que se pedaleó con fuerza, siempre que la carretera se empinaba en especial en el Txuri, como podéis ver en alguna foto en mi facebook.

El domingo, tras un largo viaje de esos que no te preocupan cuando tienes muchas ganas de correr, me planté en Olías con muchas ganas de dar guerra y con muy “malas” intenciones en términos ciclistas, ya que soplaba mucho aire y estaba deseando que llegase una carrera así para jugar un poco con las ruedas de perfil. Además, ese día eramos 12 del equipo aunque no teníamos coche de apoyo, por lo que podíamos empezar a trabajar en grupo como hicimos en la concentración, y así fue, aunque luego el resultado no correspondiese.

Salimos 210 corredores en una fresca jornada, mientras caían algunas gotas arrastradas por el fuerte viento que soplaba, y tras una vuelta por el pueblo guiados por el director de carrera, un tal Bahamontes, salimos escopetados para no quedarnos fríos por las largas rectas castellano manchegas. Me calenté antes de lo debido, intentando irme solo incluso, por lo que cuando se formó el corte bueno de 20 corredores no estaba bien colocado, ya que costaba bastante adelantar posiciones en un pelotón de más de 200 casi en fila india. Os lo podéis imaginar, ¡me encantaría ver una foto de esos momentos! Ya pasada la primera vuelta al circuito de 31km, tras otro par de intentos, me coloqué delante del pelotón tras hablar con dos compañeros, y ahí fue cuando empezó lo que llevaba tramando todo el día: ¡abanicos! Nos pusimos 7 compañeros del Super Froiz a meter cuneta, agaché la cabeza, cogí con fuerza el manillar, que parecía el timón de barco azotado por fuertes rachas ya que llevaba las ruedas de 85mm de perfil, y aunque se sufra en esos momentos lo que al final consigues cuando tras unos cuantos kilómetros miras atrás y ves el pelotón roto en mil pedazos, que quedamos 15 nada más… “la que estamos liando” piensas mientras aflora una sonrisilla en plenos esfuerzo.

Así fuimos bastantes kilómetros, pero cometimos el error de no reservar a nadie y cuando íbamos a coger a los escapados, que eran más que nosotros y por eso nos costó casi 60km, arrancó José Belda y el resultado os le podéis imaginar…yo me exprimí en los relevos y me vi bien, me lo pasé bien, e hice lo que pude por ayudar al equipo ya que sabía que al final no iba a estar delante, así que terminé satisfecho con el trabajo hecho pero no con el resultado, ya que merecimos mucho más, pero bueno, ¡esto es ciclismo y nadie regala nada!

Ahora, tras una semana difícil, en la que me he encontrado débil y sin fuerzas, seguramente debido a los antibióticos, voy con un mar de dudas a la segunda prueba de la Copa de España en Aitzondo. Hace 3 semanas estaba deseando que llegase una prueba dura para aprovechar mi estado de forma, y ahora que llega no sé ni como estoy… intentaré hacerlo lo mejor posible, pero cuando preparas algo con mimo te fastidia mucho que al final las cosas no salgan como esperabas. Pero bueno, intentar lo voy a intentar, de eso no hay duda, porque aunque vaya justito, las ganas siguen intactas, ¡os lo aseguro!

¡Un saludo a todos!