Líder, pero abnegado a la hora de trabajar para sus compañeros. Especialista, pero un gregario mucho más que útil en cualquier terreno. Un mes como líder, pero después once al servicio de lo que los otros líderes de Sky puedan necesitar. Juan Antonio Flecha (Junín, Argentina, 1977) es líder y a la vez un gregario -de lujo- en el súper-equipo británico. Durante el pasado fin de semana demostró el inigualable valor que un corredor como el catalán puede significar para una escuadra de la idiosincrasia de Sky. Un equipo con líderes para todos los gustos (Mark Cavendish, Bradley Wiggins, Richie Porte o Edvald Boasson Hagen), que necesitan de corredores de las cualidades de Flecha. Veteranía, inteligencia, todoterreno. Pero durante varias semanas al año, las que hay entre el Omloop Het Nieuwsblad y la París Roubaix, el clasicómano español se convierte en el líder para estas carreras de uno de los grandes equipos del ciclismo.

Y muchos arguyen que ya no está para eso, pero no ha bajado su nivel en ninguna de las temporadas de piedras, desde que tomara la decisión de irse a correr fuera de España. Porque quería aprender a correr estas carreras, amadas y marcadas en rojo por un corredor español tan poco valorado por los medios generalistas en sus gestas estacionales, como atípico. Porque rendir en las carreras mencionadas antes, así como en el E3 Prijs, Gante-Wevelgem o De Ronde van Vlaanderen no es primer plato para el aficionado español medio. Y abrir camino no tiene la importancia de otras citas, e incluso deportes.

Pero Flecha, que durante el resto del año vive por y para sus compañeros, sin especular por glorias individuales, sabe que no es necesario que te valoren tanto en tu país, si lo hacen por doquier en otros lugares. Tres veces podium en la más ingrata de todas las clásicas, la París-Roubaix, asiduo al cajón en otras carreras como las más arriba mencionadas, e incluso ganador del Omloop Het Nieuwsblad (2010) y de otra gran clásica del calendario internacional (el extinto GP Zurich), para Juan Antonio Flecha la satisfacción de llevar el peso del equipo en las carreras que más quiere y respeta, es un premio a una carrera mucho más meritoria de lo que se pueda intuir por aquí.

El ejemplo perfecto lo hemos visto este fin de semana; líder el sábado en un OHN donde estuvo con los mejores y terminó en el podium, y un día más tarde apoyando de principio a fin a Mark Cavendish en la Kuurne-Brussel-Kuurne, donde el arcobaleno resultara campeón. Eso es lo que hace de Juan Antonio Flecha un grande del ciclismo, saber ser punta de lanza un día, y trabajar después. Ser el mejor líder hoy, y el mejor gregario mañana.

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