Ya hacía unos años que en los planes de Euskaltel – Euskadi no entraba acudir durante el mes de mayo al Giro d’Italia, pero el recién creado WorldTour obligaba a los equipos ProTour acudir a todas las pruebas de primer nivel, por lo que los naranjas, tras dos años de ausencia volvían a la corsa rosa y al contrario de la actitud de muchos equipos que a desgana son obligados a participar en carreras en las que no quieren hacerlo, la escuadra naranja se presentó con un buen nueve capitaneado por Igor Antón y su escudero Mikel Nieve.

El Giro no empezó todo lo bien que el equipo vasco hubiera querido, perdiendo tiempo en la CRE y sucumbiendo ante el tándem Contador-Rujano en la montaña. Las horas previas al sábado 21 de mayo fueron de lo más convulsas con la supresión del Monte Crostis que hizo que la etapa con final en el Monte Zoncolan fuese mucho menos dura de lo esperado, y más todavía cuando se decidió evitar el tramo del Crostis que sí que se subiría por miedo a las protestas de los tiffossi.

Un primer ataque de Joaquim Rodríguez seguido por Antón y Contador y más adelante también por Scarponi y Nibali, hasta que el catalán cedió y Antón hizo su ataque. La distancia se estabilizó durante muchos minutos en los 10” ante un grupo en que Contador, como si no fuese con él la cosa, se dedicaba a controlar a Scarponi y Nibali y a esperar que cayesen por su propio peso. Los kilómetros pasaban y nadie le quitaría a Igor Antón su primera gran victoria. Poco importaron los silbidos y abucheos de los aficionados, Igor Antón había tocado el cielo tras cruzar la puerta del infierno.

Pero sin tiempo para saborear la victoria, el día siguiente llegaba el gran tappone del Giro, Giau, la Marmolada y Val di Fassa. Casi nada. El día empezó con una fuga numerosa que pronto tendría claro que salvo etapa histórica por detrás se jugaría la victoria. La unidad en la fuga se rompería en las rampas de Giau, donde en busca de la Cima Coppi 2011, los grandes pirados que en ella se encontraban demarraron en busca de cruzar primeros por el punto más alto de la 94ª edición de la carrera. Hoogerland, Bakelandts y Garzelli lo intentaron, siendo el galardón para el veterano italiano, mientras por detrás Mikel Nieve, un veterano a punto de cumplir 27 años tiraba de sangre fría. Por detrás, en Giau atacaban David Arroyo y Joaquim Rodríguez en el ascenso… y Nibali en el descenso, pero se empezó la Marmolada con los favoritos juntos.

Mientras Garzelli y Nieve hacían su carrera en la Marmolada en busca de la victoria de etapa, por detrás toda aquella unidad saltaba por los aires. Contador atacaba en la Marmolada y uno tras otro fue eliminando a sus rivales hasta quedarse con Rujano y Kruijswijk, mientras por detrás Scarponi, Nibali y sobre todo Antón que decía adiós a sus opciones de podio sufrían lo indecible. A los pies de Val di Fassa Nieve contactaba con Garzelli y el grupo de favoritos se unía todo lo que podía unirse tras 220km. Mientras Contador volvía a demostrar su superioridad en las rampas de Val di Fassa reventando a todos sus rivales y asegurándose su segundo Giro, tras haber superado a Garzelli, Mikel Nieve se iba directo hacia la gloria que le esperaba en el Refugio de Gardeccia.

Mikel Nieve acabó 11º e Igor Antón desfondado 18º a una distancia abismal del podio, y aunque luego llegarían la gran actuación de Samuel Sánchez en el Tour -con victoria en Luz Ardiden y maillot de la montaña- y la gran bilbainada de Antón en la Vuelta que harían que el equipo ganase por primera vez en las tres grandes, aquel fin de semana en que el naranja fue el único color que brilló en Italia quedará para el recuerdo en los anales de la historia del ciclismo.