Idas y venidas, subidas y bajadas de categoría. Una definición que puede amoldarse a la carrera deportiva de Vicente García de Mateos (Argamasilla de Alba, 1988). De amateur a profesionales, de profesionales de nuevo a amateur. Las oportunidades han brillado por su ausencia en la categoría pro. Allí aterrizo joven, en 2009, en el proyecto de Andorra – Grandvalira. Tras un año en la formación andorrana cuatro largas campañas esperando de nuevo el salto en las que se consolidó como uno de los mejores corredores de la categoría. “Llevaba varios años así. En mi mejor año, en 2010, ves que tampoco surge la oportunidad. Es frustrante saber que tienes calidad para estar aquí y que no llegue la oportunidad” comenta el manchego en la salida del Gran Premio Miguel Indurain.

Finalizó la temporada 2013 en Japón, la última oportunidad en el campo profesional. Allí llegó tras ganar en Aiztondo, Olías del Rey, Lugo o Santa Ana pasó al ciclismo japonés. “Estaba en amateur y después de haber ganado ocho carreras una llamada de Juan Vicente Ripoll -representante de Velofutur en Japón- me dijo que si quería ir al ciclismo japonés. Había hecho todo en España, no quedaba nada y decidí ir” afirma Vicente García de Mateos.

Japón le cambió. “Allí demostré que puedo ganar con los mejores. Fue una experiencia muy bonita, demostré lo que valgo; fue lo mejor que me pudo pasar” afirma un corredor que logró imponerse en el GP Ministry of Economy, Commeerce and Industry y en Iwaki, siendo cuarto en la general del Tour de Kokkaido y décimo en el Tour de Okinawa donde consiguió el triunfo pero fue descalificado por un sprint irregular. El fichaje por el Matrix Powertag culminó una gran temporada y una gran experiencia en un país con “un ciclismo y una cultura muy diferente pero si te adaptas bien al final son carreras como aquí”.

Vicente, en Estella el pasado sábado. Foto © cobblesandhills.com

Vicente, en Estella el pasado sábado. Foto © cobblesandhills.com

Pero tras cerrar la campaña las dudas regresaron. Sin oportunidades de seguir en el campo profesional el regreso a la categoría amateur asomaba en el presente del manchego. Afortunadamente se cruzo el Louletano – Dunas Douradas en el camino. “No sabía donde iba a correr, pensaba que de nuevo lo haría en amateur pero al final surgió la oportunidad de ir a Portugal con mi hermano”. Raúl García de Mateos ejerció de hermano mayor ayudando a hacerle un hueco a Vicente. “Mi hermano insistió al director en contratarme, tenía la plantilla cerrada pero al final se le convenció de que merecería la pena. Él se ha dado cuenta, está súper contento conmigo y sabe que ha hecho un fichaje que merece la pena”.

Una sensación que se ha constatado en las primeras competiciones de la temporada a pesar de llegar corto de forma. “Este año me encuentro muy bien. Iba corto de preparación pero en Murcia me encontré bastante bien; luego hice Almería y Alentejo donde estuve disputando todas las etapas”. En Portugal finalizó en duodécima plaza, tras ser quinto en una etapa. “No esperaba estar tan fuerte después de entrenar tan poco este año porque la verdad es que apenas hice calidad y vi que iba bastante bien. No sé, parece que con el paso de los años con poco vas mejor” afirma Vicente García de Mateos que obtuvo el domingo en La Rioja la mejor actuación de la campaña. Finalizó cuarto en una llegada falta de velocistas puros confirmándose como el corredor más sólido del Louletano – Dunas Douradas. El domingo en la Klasika Primavera tendrá una nueva oportunidad para refrendarlo.