El apellido Van Poppel tiene mucha historia en este deporte. No en vano, Jean-Paul van Poppel fue uno de los mejores sprinters de finales de los ochenta y principios de los ochenta. Siete victorias en la Vuelta a España, cuatro en el Giro de Italia y nueve en el Tour de Francia avalan al ex-corredor neerlandés que logró inscribir su nombre en los libros de historia de este deporte. A la sombra de Jean-Paul, dos nuevos miembros de la saga Van Poppel están ahora mismo luchando por emular los éxitos de su padre: Boy y el que nos ocupa, Danny van Poppel (Moergestel, 1993).
Danny Van Poppel es otro producto más de la prolífica y exitosa cantera del Rabobank. En su primer año como profesional, en el año 2012, ya consiguió resultados de cierta importancia que hacían presagiar el talento que atesoraba el neerlandés: dos etapas de la Thuriger – Rundfahrt sub23, una etapa de la Vuelta a León y varios puestos de honor en algunas llegadas del Tour del Porvenir, todos ellos, en llegadas masivas. Siguiendo la estela de su padre, Danny van Poppel ya empezó a confirmar que su carrera iba a estar centrada en la misma disciplina que la de su padre, los sprints.

Van Poppel celebra el triunfo en la etapa de Driedaagse West Vlandeeren. Foto © www.trekfactoryracing.com
Tan bueno fue su 2012 que al año siguiente ya consiguió dar el salto de categoría hasta el World Tour. Vacansoleil – DCM, que ya contaba en sus filas con su hermano Boy, decidió apostar por un joven talento que por aquel entonces todavía tenía 19 años. Su adaptación fue más que buena en la primera parte del calendario, consiguiendo buenos puestos en las llegadas de carreras como el Tour of Oman, los Cuatro días de Dunquerque, el Tour de Picardie o la Handzame Classic. Sus buenos resultados empezaban a confirmar las buenas sensaciones que había sobre su figura, pero no fue hasta el mes de junio cuando la carrera de Danny Van Poppel cambió por completo.
Con el comienzo del Tour de Francia su nombre estuvo en boca de todos. Su equipo, el Vacansoleil – DCM, decidió llevarle a la carrera con tan solo 19 años y 338 días, convirtiéndose así en el corredor más joven en disputar la carrera desde la II Guerra Mundial. La situación desesperada del equipo por encontrar un patrocinador que salvara al equipo para 2014 fue una de las causas que llevó al equipo belga a llevar a un corredor tan joven e inexperto a la vuelta más importante del calendario. Muchos eran críticos con la decisión de haberle puesto en el nueve dejando a otros corredores con más experiencia fuera, pero todas las dudas se disiparon cuando en la primera etapa fue tercero. Su brillante comienzo se vio respaldado con otros dos top10, dejando buena muestra de que su margen de mejora es tan amplio como su calidad potencial.
En 2014 ha pasado a Trek Factory Racing junto a su hermano Boy. El cambio a un equipo mucho más grande, donde la presión es mayor y la exigencia también podría hacer pensar que le puede pasar factura a un ciclista de su edad, pero Van Poppel está hecho de otra pasta. En los Tres Días de Flandes Occidental ha conseguido su primera victoria de la temporada, dejando muestras de que la adaptación para él ya está más que lograda. Con solo 20 años ya ha conseguido tener unas mejores perspectivas de futuro que su hermano. Con todo esto, cabe preguntarse ¿cuál es el techo de Danny van Poppel? ¿llegará a los registros de su padre Jean-Paul?. Cualidades para ello tiene. Los próximos años y lo bien que progrese responderán a ello.