Veintidós años -hará veintitrés en marzo- y cuatro temporadas como profesional dan el poso necesario para un joven veterano. Un joven que en sus dos campañas en el Rabobank Continental se presentó como uno de los mayores talentos de los Países Bajos. Razones no faltan. Triunfos en la general de Alsacia, Noruega, Thüringen Rundfahrt o top10 en el Porvenir o Monts et Châteaux ilustran el rendimiento de un corredor que tuvo la dificultad de coincidir en la cantera neerlandesa con una generación donde destacaban los hoy profesionales Tom Jelte Slagter, Rohan Dennis, Tom Dumoulin, Marc Goss, Moreno Hofland, Barry Markus, Daan Olivier, Ramon Sinkeldan, Dylan Van Baarle, Nick van der Lijke, Martijn Keizer, Jetse Bol o Boy Van Poppel.
En su primer año profesional rubricó los resultados anteriores. Décimo en Andalucía, séptimo en California, octavo en Dauphiné o la séptima plaza en Dinamarca dejaron patentes el potencial del joven neerlandés. 2013 comenzó por los mismo derroteros. Debutó pronto, en el Down Under, con una esperanzadora sexta plaza que, sin embargo, no pudo prolongar en las primeras competiciones en Europa. Decimoquinto en Algarve, decimoctavo en Murcia, lejos en Almería y Critérium y abandono en Niza. “Después del resultado del Tour Down Under esperaba mejores prestaciones en las siguientes pruebas; de hecho, ese fue el único inconveniente de la temporada” lamenta un Wilco Kelderman que sin embargo califica como positiva la campaña realizada.
El buen rendimiento en Romandía -quinto-, el debut en una gran vuelta -Giro de Italia, decimoséptimo-, la victoria final en la Vuelta a Dinamarca y la séptima plaza conquistada en el Eneco Tour dejaron un buen sabor a un corredor que además de los resultados alcanzó una notable mejoría física. “He mejorado la capacidad para escalar, he mejorado mucho. Ahora voy mucho más fácil” matiza el corredor del Belkin Pro Cycling, un contrastado contrarrelojista que año año se muestra como un corredor más completo.
En 2014, con el objetivo de nuevo centrado en el Giro de Italia, comenzará más tarde la temporada. “Debutaré en Algarve así que tendré mucho más tiempo para trabajar la base” afirma un corredor que el pasado invierno entre el pronto debut en Australia y el mal tiempo que asoló Europa no pudo alcanzar la carga de trabajo deseada. Tras Portugal, dos pruebas por etapas del World Tour como París – Niza y Volta a Catalunya seguirán en un calendario que antes de la llegada de la Corsa Rosa parará en Limburgo para afrontar, probablemente, una concentración en altura antes de la partida de Irlanda del Norte.
Esa será la principal meta. “Quiero obtener un buen resultado en las pruebas por etapas; mi principal objetivo es el Giro de Italia, quiero buscar la mejor clasificación posible” suspira el corredor neerlandés que por primera vez en su carrera deportiva doblará dos grandes vueltas en un año. A finales de agosto debutará en la Vuelta a España, si bien es cierto que allí no gozará de la libertad con la que contará en el Giro de Italia, una prueba que puede demostrar el nivel que alcanza, de momento, un corredor de futuro hecho para las pruebas por etapas.