Existe una frase acuñada, una serie de palabras que califica al vino “cuanto más viejo, mejor”. Sus características se ven ensalzadas con el paso del tiempo. Como los caldos, algunas personas tienden el mismo camino. Pablo Lastras (San Martin de Valdeiglesias, 1976) es un ejemplo; a punto de comenzar su decimosexta temporada como profesional hace balance y previsiones para su equipo, Movistar Team. Él ha sabido envejecer como el buen vino. El paso de los años ha hecho mella en un corredor único; su carisma, su sensatez y su saber estar le han convertido en uno de los referentes del pelotón mundial. “Me lo he ganado con el trabajo, haciendo bien las cosas y respetando a corredores o equipos de menos nivel.” La clave, una palabra: “respeto. Esa es la palabra y uno de los pilares básicos que para mí debe tener el ciclismo de alto nivel.”
Una clave en el carácter, otra clave como secreto de la tan buena longevidad que atesora. “Físicamente me cuido mucho”. La metodología es esencial, aprender a decir que no también. Alimentación y descanso tanto física como mentalmente influyen en el estado de una persona. En la constante globalización que sufre el ciclismo, el descanso toma tanta importancia como la propia competición. “Después de una temporada estresante de viajes, de competiciones, de exigencias…tienes que aprender a decir que no. Paro un mes completamente, relax total. Tengo la ventaja de que me conozco tanto que prácticamente no engordo.”
El equilibrio cuerpo-mente es vital. En el término medio está la virtud rezaba un proverbio antiguo. Tanto una como otra tienen que estar en su punto; tan pronto el cuerpo te puede decir basta como la propia cabeza dejarte fuera en el mejor momento físico. “No me siento mayor. Cuando estás rodeado por los mejores, como es mi caso, es mucho más fácil aguantar”. Una razón más de su longevidad que, de momento, no tiene fecha de caducidad. “De momento me he marcado 2013 y 2014 como objetivo. Prefiero estar dos años con esta competitividad que hacerlo otros dos a un nivel menor. No me gusta ser mediocre en nada. Llegados a ese punto, valoraremos.”
Planes y pensamientos que transcurren después de un gris año. La caída camino de Porto Sant´Elpidio cuando rodaba en una fuga con suficiente margen para jugarse la victoria de etapa en el Giro de Italia acabó cruzando la temporada. Fractura de cuatro costillas y de clavícula fueron el resultado de la fatídica curva del Passo della Cappella de las que todavía se está recuperando. “Las costillas están bien soldadas, no tengo problemas respiratorios pero a nivel postural tengo que autoconvencerme de que tengo que trabajar específicamente para evitar los dolores”.
Este incidente trastocó sus planes. Marcado como objetivo personal junto a las Clásicas de Primavera, una vez de vuelta a la competición a finales de Julio se volcó en otra tarea. “Me centré en recuperarme y pasar a un papel secundario volcándome en ayudar a los compañeros. Creo que lo conseguí en carreras como Benelux y, sobre todo en la Vuelta. ¿Resultados a nivel individual? Ninguno. Pero en cuanto a nivel de aportación al equipo, creo que ha sido muy bueno.” Mención especial en la Vuelta a España; trabajo a favor de Alejandro Valverde. “Para mí ver esa unión del equipo y lo que conseguimos gracias a ello, es tan bonito como una victoria individual.”
En el horizonte aparece la temporada 2013. El equipo telefónico sufre varios cambios en su plantilla. Corredores de peso e importantes en el equipo como David Arroyo, Vasili Kiryienka, David López o Sergio Pardilla cambian de aires mientras que Eros Capecchi, Sylvester Szmyd, Alex Dowsett, Eloy Teruel y Argiro Ospina son las caras nuevas del proyecto. “¿Lo que más destaco de este grupo? Su calidad. El nivel es igual al del pasado año, pero hay más calidad porque los que están van a rendir mejor y los que llegan, ya son expertos.” En cuanto a sus metas, “me gustaría repetir en Giro y Vuelta. Seguir enseñando a los jóvenes y, por qué no, optar a una victoria de etapa en Italia. Me veo todavía ganador.”
Ante todo, 2013 es un año vital. “Es un año importante porque toca renovar el patrocinio y hay que centrar los objetivos.” Finaliza el contrato con Telefónica y hay que dar motivos para que la entidad renueve su contrato. Llegados a este punto las dudas aparecen en el horizonte; es normal, la delicada situación que vive el ciclismo en nuestro país en cuanto a la búsqueda de patrocinadores se impregna quieras que no. “En cuanto a imagen, resultados, rendimiento… creo que la familia de Telefónica no puede tener ninguna duda. Ojalá que continúen y que nosotros les pongamos fácil la decisión. El compañerismo, la unión que muestra este equipo… es difícil transmitirla así en otro deporte. El ciclismo va a seguir existiendo y merece la pena. Quizá sea un romántico, pero los valores que a mí me ha dado no los cambio por nada.”