La gran cantera de estrellas flamencas de los adoquines volverá a estar un año más presente en el pelotón con las mismas señas de identidad que ha venido mostrando desde que a mitad de los noventa viese la luz uno de los proyectos más puros que ha conocido el ciclismo. Un proyecto de formación de grandes corredores que después dan el salto a equipos mayores para dejar sitio a nuevas promesas y que gracias a él han ido teniendo su oportunidad ciclistas como Stijn Devolder, Björn Leukemans o Leif Hoste que hoy en día son considerados como algunos de los mejores ciclistas sobre el pavé.
Y la rueda nunca deja de rodar, quién sabe cuál será la próxima estrella. Podría ser Kristoff Vandewalle (1985 – Quick Step), o Sep Vanmarcke (1988 – Garmin-Cervélo), o Klaas Lodewyck (1988 – Omega Pharma-Lotto), o Thomas de Gendt (1986 – Vacansoleil-DCM)… y pese a la enorme dificultad de que alguno de ellos acabe siendo un gran campeón sobre las piedras, lo que está claro es que cada triunfo que consigan, por pequeño que sea, será un triunfo de la encomiable filosofía que el equipo flamenco mantiene desde sus orígenes.
Piezas clave
En un equipo cuyo motivo es la formación de corredores, los resultados quedan relegados a un segundo término. Los jóvenes tienen como objetivo crecer y los veteranos tutorizarlos. No obstante en el grupo de jóvenes se encuentran corredores con enorme potencial para brillar ya este año como Kris Boeckmans (1988) y Michael Van Staeyen (1987) que pese a su juventud son los mejor colocados para posibilitar la obtención de resultados por parte del equipo. Ambos con una punta de velocidad envidiable, dotados sobre los adoquines y flamencos; las comparaciones son odiosas y probablemente fuera de lugar, pero no es difícil pensar en un ciclista con estas características.
La posible explosión de … Jerôme Baugnies
Rompiendo con la tendencia del equipo de sacar potenciales estrellas de los adoquines, este corredor valón nacido en 1987 tiene como objetivos las clásicas de cotas, en las que pudo participar por primera vez en 2010 consiguiendo notables resultados para un Sub23 neoprofesional como un tercer puesto en los Tres Valles Varesinos o el vigesimosegundo en Liège-Bastogne-Liège. Pese a que aquellos resultados fueron completamente impensables, ya había dejado a entrever parte de su potencial en 2009 cuando formando parte de la selección belga acabó en quinta posición del Mundial de Mendrisio.
¿Hasta dónde puede llegar Topsport Vlaanderen – Mercator?
Hasta donde ha llegado cada uno de los años en que ha estado en el pelotón. Ni más ni menos. Cada ciclista que da el salto a un equipo grande o consigue una victoria importante es la mejor de las noticias que los responsables del equipo pueden recibir, y es que para los dirigentes e integrantes de la escuadra flamenca deben haber pocas cosas más gratificantes que ver como Stijn Devolder, uno de sus chicos, gana el Tour de Flandes vistiendo el maillot de campeón belga.
En cuanto a resultados, el equipo deberá intentar lograr triunfos puntuales y buenos puestos en pruebas de un día y de una semana. Como cada año además deberían ser uno de los beneficiarios de las invitaciones a las grandes clásicas, donde tendrán la obligación de repetir la actuación de años anteriores, cuando pese a que nunca han luchado por la victoria, siempre se han mostrado como uno de los equipos animadores en los compases iniciales.