El final de una vuelta por etapas ansiado por un organizador es que, ante todo, la emoción perdure hasta los instantes finales de la prueba. Esto acompañado de brillantes nombres hace una combinación perfecta.
Así sucedió en la Vuelta a Burgos, donde el domingo las rampas de Neila sentenciaron la clasificación general cuando restaban apenas doscientos metros para la línea de meta y final de los cinco días de competición. Samuel Sánchez, Ezequiel Mosquera y Vincenzo Nibali aportaron la calidad a un fin de fiesta en Neila, donde cinco puertos en los últimos cincuenta kilómetros acabaron por dinamitar las piernas de los ciclistas.
Pero antes, el jueves, el Katusha batió los pronósticos de una CRE donde Caisse d´Epargne y Liquigas partían como favoritos, pero vieron como el conjunto ruso se adjudicaba una etapa marcada por el viento a favor y colocaba a Giampaolo Caruso como líder, quedándose Ezequiel y Samuel en el mismo tiempo a veintidós segundos y Nibali cinco por detrás de ellos. Todo quedaba apretado y una vez más Las Lagunas daría un nuevo ganador.
Ya el sábado, el Camino del Cid era el protagonista, los ciclistas recorrieron parte del trayecto que el burgalés más famoso siguió en su destierro de Castilla. En Salas de los Infantes la meta esperaba un sprint que Van Hecke (Topsport) trató de evitar, pero el pelotón no permitió sorpresas y el francés Romain Feillu (Vacansoleil) se alzó con un triunfo donde Óscar Grau (Burgos 2016) dio el susto al caerse en el transcurso del sprint.
Así pues, todo estaba en juego en la jornada del domingo, donde de nuevo un día caluroso esperaba a los ciclistas que tenían que hacer frente a la ascensión casi continuada de cuatro puertos sin apenas moverse de las inmediaciones de Quintanar, todo un éxito de la organización que permitía al aficionado ver pasar a los corredores varias veces sin apenas cambiarse de sitio.
Como todos los presagios apuntaban, Samuel Sánchez, Mosquera y Nibali partían con una ligera ventaja sobre el resto, y así, un sensacional Euskaltel endureció las última ascensión tratando de descolgar a un Caruso que ya antes de girar en el Portón perdía el liderato respecto a un grupo en el que además de los citados se encontraban Igor Antón trabajando para Samuel y Morris Possoni. Tras pasar el arco de un kilómetro para meta Samuel y Ezequiel se quedaron en un mano a mano por la etapa y la general, puesto que seguían empatados a tiempo, pero un demarrage del asturiano sacó de rueda al del Xacobeo entrando en meta victorioso y sacando un margen de un segundo, suficiente para alzarse con la clasificación general. Nibali completó el podio.

foto: biciciclismo.com – Karlis Medrano
En definitiva, buen bagaje para la Vuelta a Burgos, tanto a nivel deportivo como institucional, que poco a poco parece recuperar ese estatus que consiguió en la segunda parte de la década de los noventa y primeros años del siglo XXI, y que en palabras del Presidente de la Diputación, “Durante cinco días se ha vendido la provincia y se ha fomentado el deporte. Esta publicidad es impagable”. Esperemos que dichas palabras prosperen en el tiempo y que el cambio de fechas de la Vuelta a Suiza no condicione el desarrollo de la próxima edición.
[quote align=”center” color=”#999999″]Así sucedió en la Vuelta a Burgos, donde el domingo las rampas de Neila sentenciaron la clasificación general cuando restaban apenas doscientos metros para la línea de meta y final de los cinco días de competición. Samuel Sánchez, Ezequiel Mosquera y Vincenzo Nibali aportaron la calidad a un fin de fiesta en Neila, donde cinco puertos en los últimos cincuenta kilómetros acabaron por dinamitar las piernas de los ciclistas.[/quote]
Miguel Hermosilla